Venezuela

La consolidación definitiva

En 1913 culminaba el primer período constitucional de Gómez. Fue entonces cuando, con el pretexto de una posible invasión de Cipriano Castro por el oriente, el Benemérito suspendió las garantías, bajo el pretexto de que el orden público había sido perturbado. Desde ese momento, logró gobernar con mano dura a Venezuela.

A lo largo de su presidencia se realizaron siete reformas a la Constitución, dependiendo de cómo iba cambiando el juego de poder. Las enmiendas estaban en concordancia con los períodos de gobierno de presidentes títeres y los regresos al poder del Benemérito. Anteriormente, el cargo de Comandante en Jefe del Ejército se separaba de los atributos del primer mandatario. Cuando Gómez asumió el gobierno nacional, la reforma constitucional estuvo dirigida a la unión de ambos cargos en una sola persona. Los presidentes que sirvieron como instrumento para los planes gomecistas fueron Victorino Márquez Bustillos, Gil Fortoul y Juan Bautista Pérez. Igualmente, la figura del vicepresidente fue un aspecto que se tomó en cuenta en las reformas constitucionales para colocar a familiares de Gómez, pero la idea no dio resultado.

Durante este período se consolidó la reforma del ejército, proceso que inició Cipriano Castro. Con la eliminación de los caudillos y la capacitación y profesionalización de las tropas, se pretendió que la seguridad y el control de Gómez fuesen totales.

También resultaron favorecidas las redes de poderes regionales, cuyas plazas de gobierno fueron asignadas a los hombres fieles al régimen. De acuerdo con las circunstancias del momento, Gómez los iba rotando, gracias a la reforma constitucional de 1925, con la que se le permitió al Presidente de la República realizar estos nombramientos regionales.

La relación entre los gobernadores y Gómez era vertical, jerárquica, directa, de fidelidad y obediencia absoluta; cualquier rumor, noticia o información de desobediencia que se recibiera era reportado. Se observó una clara represión contra los enemigos políticos del régimen, quienes eran tratados con crueldad y destinados a vivir en prisión. Las libertades políticas y civiles estaban suspendidas.

En cuanto a la política internacional, el objetivo era garantizar la paz y el orden sin crearse problemas ni enemigos. Esto se comprobó, por ejemplo, en la neutralidad evidenciada por Venezuela durante la Primera Guerra Mundial, independientemente de la admiración que sentía Gómez por los alemanes

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