Análisis literario: El principito.

Autor:

Antoine de Saint-Exupery        

Fue un aviador en los días en que la aviación poseía pocos instrumentos y volar era una tarea extremadamente difícil y peligrosa, uno de los pioneros de los vuelos postales internacionales. Sus experiencias como piloto fueron a menudo su fuente de inspiración como escritor.

Fue el tercero de los cinco hijos de una familia de la aristocracia su padre tenía el título de vizconde, vivió una infancia feliz en las propiedades familiares, aunque perdió a su progenitor a la edad de cuatro años. Estuvo muy unido a su madre, cuya sensibilidad y cultura lo marcaron profundamente, y con la que mantuvo una cuantiosa correspondencia durante toda su vida.

Mientras volaba también escribía. En el año 1926 marcó un giro decisivo en su vida, con la publicación de la novela breve El aviador, en Le Navire dargent de J. Prévost, y con un contrato como piloto de línea para una sociedad de aviación. A partir de entonces, a cada escala del piloto correspondió una etapa de su producción literaria, alimentada con la experiencia. Mientras se desempeñaba como jefe de estación aérea en el Sahara español, escribió su primera novela, Correo del Sur(1928).

Título de la obra:

El Principito

Personajes:

El narrador

El Principito

La flor

El rey

El hombre vanidoso

El bebedor

El contador

El farolero

El geógrafo

La serpiente

El zorro

Argumento:

Un hombre empieza narrando que de pequeño leyó una obra de nombre “Historias vividas” en el cual hablaba sobre una serpiente boa tragándose a su presa entera, sin masticar.

Entonces, decide dibujar una boa tragándose una serpiente, pero a todas las personas a las que les pregunta si les da miedo, responden que un sombrero no puede dar miedo. Así, optó por hacer un segundo dibujo explicando cómo funcionaba la imagen, pero solo le dijeron que abandonara el arte.

Decidió estudiar aviación. Seis años antes de cuando se narran los hechos, el hombre cayó en el desierto del Sahara, debido a una mal función del motor. Ese mismo momento, optó por hacer la difícil reparación del motor, hasta que llegó la noche y durmió en la arena. Era la mañana del segundo día, y el hombre fue despertado por una extraña vocecita que le pedía que dibujara un cordero.

El hombre se levantó de inmediato, y se percató de que aquella vocecita era de un niño, el cual seguía pidiéndole que dibujara un corderito. El hombre le dijo que no podía, pero el niño siguió insistiendo. Después de muchas insistencias, el hombre decide dibujarlo, pero al niño no le gusta la manera en que los dibuja. Enojado, el hombre dibuja una caja, y le dice al niño que su corderito está dentro de esa caja, lo cual lo alegra. En ese momento, el hombre conoció al Principito.

El hombre le cuenta al principito que cayó del cielo, a lo cual el pequeño empieza a reírse, porque tuvo el mismo destino que él. Después de interrogarlo, el Principito menciona que es de otro planeta, el cual es muy pequeño, apenas del tamaño de una casa. Es conocido como el Asteroide B612.

Cada día que pasaba, el Principito le contaba cosas sobre su planeta, su partida y su viaje. El tercer día, el Principito contó sobre el problema de los Baobabs. Estas plantas eran como arbustos pequeños, pero debían arrancarse antes de que crecieran más, ya que si había muchos en un solo planeta, este estallaría. El niño le preguntó sobre si los corderos podían comer arbustos, a lo que el hombre le responde que sí, lo cual alegra al Principito, ya que el cordero podría comer Baobabs.

El hombre empieza a comprender más y más la melancólica vida del Principito. El cuarto día, el Principito menciona que le gusta ver la puesta del sol. También menciona que en un día, vio cuarenta y tres veces la puesta del sol. Momentos después de decir eso, también menciona que uno ve la puesta del sol cuando está triste, a lo que el hombre concluye que ese día que vio la puesta del sol cuarenta y tres veces, debió haberse sentido muy triste.

Al quinto día, el Principito le pregunta al hombre si el cordero podría comerse las flores, a lo que el hombre responde que podrían comerse cualquier cosa. El Principito pregunta sobre para qué sirven las espinas de las flores, y el hombre respondió que sus espinas eran por pura maldad, a lo cual el Principito se enoja y empieza a corregirlo. El principito empieza a hablarle sobre una flor que él cuida, y que tiene miedo a que el cordero se coma la flor. El hombre dibuja un bozal para que el cordero no se coma la flor.

El Principito empezó a hablar de una flor que había llegado a su planeta, por quien sabe dónde… En su planeta ya había flores, pero brotaban cada mañana y se pudrían en las tardes. Esta flor no. Cuando la flor creció y se abrió, lo primero que dijo fue que estaba toda despeinada, pero al Principito no le pareció importarle, ya que la consideró hermosa. La flor era muy soberbia, se creía la planta más hermosa de todo el universo. La flor le dijo al Principito que por las noches tendría que ponerle un fanal, ya que el viento en aquel momento estaba frío. También le pidió un biombo porque tenía miedo a las corrientes de aire.

Después de que el principito notó lo egocéntrica que era la flor, decidió emprender su viaje hacia otros planetas, pero primero, tuvo que limpiar todo su planeta, deshollinar los volcanes, arrancar los baobabs, y decidió ir con la flor, de la cual se despide. La flor, se da cuenta de cómo actuó con el principito y se disculpa.

En este momento, inicia el viaje del Principito hacia otros planetas, los cuales serían la cadena de asteroides desde el 325 hasta el 330. En el primer planeta, encuentra un rey. Cuando el Principito llega, el rey le menciona que todos son sus súbditos. El principito le dice que no hay nadie aquí, pero el rey sigue insistiendo en que todos son sus súbditos. Después de una serie de órdenes tontas, el rey proclama al Principito como monarca universal. Como el rey dice poder manipular cualquier cosa para que haga la acción que él desee, el principito le pide que se ponga el sol. El rey le dice, que eso pasará aproximadamente a las siete cuarenta, lo cual hace que el principito se vaya, porque siente que solo está perdiendo el tiempo. Para que no se vaya, el rey lo dice que lo convertirá en ministro de justicia, con lo cual podría juzgar gente y condenar a la muerte. El Principito, lo rechaza, y el viejo lo vuelve a llamar para darle el título de embajador.

En el segundo planeta, se encuentra un hombre vanidoso, el cual solo quiere que todos lo amen. El Principito llega y el hombre vanidoso le pide que choque sus manos para aplaudir. Esto le pareció divertido, pero se aburrió cinco minutos después de estar aplaudiendo. El vanidoso le pregunta si lo admira mucho, a lo cual el principito le responde con otra pregunta: ¿qué es admirar? El vanidoso le menciona que es reconocer que él es el hombre más bello de este planeta. A lo cual, el principito le responde que es el único hombre del planeta. El vanidoso le pide que lo admire, de todas maneras, y el Principito se va.

En el tercer planeta, se encuentra un bebedor. Esa visita fue muy melancólica y muy corta. El principito le preguntó varias cosas, y llegando a la conclusión de que el bebedor bebe para olvidar la vergüenza que siente por beber, el Principito opta por irse de ahí.

En el cuarto planeta, había un hombre de negocios. Este hombre se la pasaba contando las estrellas del cielo, y decía que todas y cada una de ellas era de él, y que las guardaría en un banco. El principito solo le responde que no son de él, porque si así fuera, el estaría cuidándolas. El hombre se queda callado, y el Principito se va.

En el quinto planeta, encontró a un farolero que no dejaba de operar la máquina a cada rato. El principito le preguntó que porqué lo hacía, a lo que el farolero responde que lo hace porque el día y la noche en ese planeta dura muy poco. Cada minuto es un día. El farolero también le dice que él solo quiere descansar, pero que no ha podido por estar activando y desactivando la farola. El principito le dice que camine un poco para retrasar el tiempo, pero dicho hombre era muy flojo como para moverse para algo así.

En el sexto planeta, encontró a un geógrafo que no se movía de su ubicación. El geógrafo esperaba que llegara un aventurero para contarle las localizaciones que encontraban en ese planeta, mientras él las registraba. Como no había nadie que explorara, la información que el geógrafo tenía era poca. El principito le menciona que vaya a explorar el mundo por sí mismo, pero el geólogo se niega.

El séptimo planeta que visitó, fue la tierra. Ahí, había muchas personas de cada tipo que había visto en sus visitas anteriores: geólogos, faroleros, vanidosos, hombres de negocios, bebedores y reyes. Una vez que el principito llega a la tierra, se sorprende de no encontrar a nadie, y justo en ese momento se encuentra con una serpiente, la cual le dice que se encuentra en la Tierra, en África. Discutió un rato con la serpiente, tratando de encontrar a los hombres, pero no llegó a ningún lado.

Mientras atravesaba el desierto, el Principito encontró una flor en el desierto, la cual le mencionó que hace unos años pasó una caravana. El Principito pensó que la flor le sería de mucha ayuda, pero no lo fue.

El principito escaló una montaña, tratando de encontrar gente, gritó, solamente para ser respondido por su propio eco, lo cual incomoda al principito, que piensa que lo están imitando.

Después de que el principito atravesara arena, rocas y nieve, encontró un camino para llegar a los humanos. El Principito llega, y saluda a cualquier persona que lo escuchara, siendo contestado por miles de rosas similares a la que él tiene en su casa. Esto entristeció al principito, porque pensó que su flor era única en el universo.

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