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Cuestionario 1 - Ejecutar

yudyrico13 de Mayo de 2015

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LA HISTORIA NATURAL DE LA ENFERMEDAD COMO FUENTE ESENCIAL

PARA LA FORMULACIÓN DEL PRONÓSTICO

Está claro para mí que la Medicina, y no otra más popular —la de las hetairas— es la profesión

que merece la calificación de más antigua del mundo. Sólo el Derecho puede en alguna

forma disputarle ese puesto. Efectivamente, si las primeras palabras dirigidas a un congénere

en demanda de ayuda por el primero de nuestros antepasados que poseyó un lenguaje

coherente fueron «me duele», la primacía es de la Medicina. Si por el contrario, y a todas

luces menos probable, primó la codicia o la idea de posesión y los términos fueron algo así

como «esto es mío» el título le correspondería al Derecho.

Cualquier estudioso de la Historia de la Medicina sabe bien que la utilidad de la Terapéutica,

o si se quiere, la capacidad del médico para modificar favorablemente el curso de la enfermedad,

es un acontecimiento relativamente reciente. Si puede decirse sin faltar a la verdad

que las ciencias biológicas empiezan con Linneo y los enciclopedistas y que Claudio Bernard

estableció las bases de la Fisiología, aún hay que acercarse más a nuestra época para encontrar

una terapéutica útil.

¿Cómo puede entonces entenderse que la profesión médica haya sido tan universalmente valorada

y socialmente respetada en las más diversas culturas desde los albores de la humanidad?

Mi opinión es que el prestigio del médico se ha basado durante los milenios precientíficos en dos

pilares: a) la inestimable colaboración de la naturaleza (la vis medicatrix naturae) que tiende a

conservar la vida en todos sus aspectos y b) el conocimiento de la tendencia evolutiva de las

enfermedades (historia natural para los anglosajones) que le ha permitido prever con gran posibilidad

de acierto, el destino final de muchos enfermos concretos (formulación del pronóstico).

Quiero apoyarme en algunos hitos históricos para hacer un somero recorrido por lo que ha

sido la actitud de la profesión frente la evolución natural de la enfermedad a lo largo del

tiempo. Así, me detendré, sucesivamente, en la época en que no se disponía de tratamientos

útiles ni los conocimientos permitían el uso de técnicas de prevención. La escuela hipocrática,

que fue la primera en atribuir la enfermedad a causas naturales, insistió en la importancia

del pronóstico en la línea más arriba apuntada. A continuación me detendré en la obra

de Jacob Bigelow, norteamericano que en la primera mitad del siglo XIX analizó con seriedad

8 Prof. Dr. Juan Martínez López de Letona

La historia natural de la enfermedad como

la historia natural de las enfermedades. Gabriel Andral, contemporáneo de Bigelow, nos

muestra cómo era la práctica en el París del XIX. Sir William Osler merece especial mención

porque representa la entrada de pleno derecho en la Medicina Científica y constituye el

puente entre la Medicina dogmática y el inicio de la práctica contemporánea.

Estoy convencido de que a lo largo de toda su historia los profesionales de la Medicina han

creído sinceramente en la eficacia de los medios que empleaban y que han actuado siempre

con el deseo de ser útiles a sus congéneres. Y sin embargo, en nombre de este servicio, sabemos

cuánto daño y sufrimiento innecesario ha podido ocasionarse. Efectivamente no están

tan lejos los tiempos en que los purgantes drásticos y las sangrías exsanguinatorias constituían

el eje de toda la actuación médica.

Ocuparme del apasionante tema del daño involuntario causado por nuestra ignorancia excedería

con mucho de los límites de este

...

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