¿DOMINAR ES UNA NECESIDAD HUMANA?

El escritor francés Albert Camus en su novela La caída (1956) narra en primera persona la vida de Jean-Baptiste Clamence, cuya reflexión de su historia nos permite analizarnos a nosotros mismos abordando temas como los valores, la amistad, el trabajo, la sexualidad, las creencias, la ayuda al prójimo entre otros.

Una de las ideas que resalto de este libro está relacionada con la necesidad del hombre por dominar: “Ya sé que es imposible dejar de dominar o de ser servido. Cada hombre necesita esclavos como necesita aire puro. Mandar es respirar”. El autor menciona que hasta el último en la escala social lo hace (con su cónyuge, hijos o su mascota). Personalmente considero que toda sociedad organizada requiere de estructuraciones jerárquicas que permitan establecer el orden, el problema es el sometimiento, la opresión y las malas decisiones que esto conlleva. Lo mencionaba el autor “La verdad es que todo hombre inteligente (…) sueña con ser un gangster y con dominar en la sociedad exclusivamente por la violencia” esto se relaciona con alcanzar el poder cuando se infringe temor, dolor y sufrimiento al prójimo.

Un modelo dominador tiene como características generales que sus componentes estructurales son la violencia y el abuso y la ideología central de que lo masculino es superior a lo femenino.

Es cierto que el ser humano en sí mismo necesita sentirse dueño o sentir que tiene el poder, el respeto y control sobre su vida y sobre todo sobre la vida de sus “semejantes y/o dependientes”, este sentimiento alimenta su espíritu y lo hace sentirse dueño de la naturaleza en general porque estar bien es significado de dominancia sobre toda criatura. Esta idea de superioridad ha sido fomentada desde siempre por su capacidad de “raciocinio”. En los textos bíblicos se menciona el dominio que tiene el hombre sobre la naturaleza: Génesis 1:28, “Dios los bendijo, sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Tengan autoridad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra”. Esto permite suponer una visión egocentrista donde el hombre está en la cima de la pirámide y tiene a sus órdenes a los demás seres vivos. En cuanto a la ideología del modelo dominador en relación con otro ser humano hay citas contradictorias en este libro: Efesios 5:24, “Que la esposa, pues, se someta en todo a su marido, como la Iglesia se somete a Cristo”, mientras que Mateo 20:26-28 menciona: “Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, aquel de ustedes que quiera hacerse grande será su servidor; y aquel de ustedes que quiera ser el primero, será su esclavo. Hagan como el Hijo del Hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos”. También menciona cómo debería ser la relación de siervos y patrones: Efesios 6:5,9, “Siervos obedezcan a sus patrones de este mundo con respeto y

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