El Aborto

El aborto

Para muchas personas el tema del aborto ha sido un tabú a lo largo de muchos años. Ya sea por motivos religiosos, éticos o morales, muchas personas alrededor del mundo luchan en contra del aborto, e incluso en muchos países está prohibido y es castigado con pena de cárcel.

Desde el punto de vista religioso, el aborto va en contra de la naturaleza y de Dios. En las escrituras podemos encontrar los diez mandamientos, en ellos está el mandamiento que dice: “No matarás” (Éxodo 20:13), por lo tanto, el acto del aborto está quebrantando este mandamiento, ya que al practicar un aborto, tanto la persona que lo realiza como la que paga para que se lo practiquen, están asesinando a un ser humano, que si bien es cierto aún está en proceso de formación, ya es un ser vivo. Otros pasajes bíblicos que nos demuestran la gravedad de un aborto y la realidad de un acto asesino se encuentran en el libro de los Salmos 139:13, “Tú formaste mis entrañas; me hiciste en el vientre de mi madre.”, y Salmos 139:16, “Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar ni una de ellas.” Estas dos citas nos indican que estamos dentro de los planes de Dios desde antes de nacer, que Él cuida de nosotros desde que estamos en el vientre, y desde que Él es el creador de la vida, si atentamos en contra de ella también lo hacemos en contra de Dios.

Si lo analizamos un poco más, podemos darnos cuenta de que un aborto es un acto irresponsable y además poco justificable. Aparte de algunas excepciones de mucho peso, como lo es un aborto debido a una violación, ningún aborto puede ser justificado. Si accedemos a tener relaciones sexuales, también debemos ser consientes de todos los riesgos que esta decisión trae consigo. Un embarazo no deseado no sería la peor de las consecuencias al tener relaciones, también podríamos contraer una enfermedad de transmisión sexual como sífilis, gonorrea o en el peor de los casos SIDA, por lo tanto es necesario ser muy responsables a la hora de tener relaciones sexuales. Ahora bien si somos tan irresponsables como para tener relaciones sin ninguna protección, debemos asumir las consecuencias de tal acto y si una de las consecuencias es un embarazo no deseado, debemos aceptar este hecho y asumirlo con madurez. Supongamos que en lugar de un embarazo contraemos una ETS, ¿Cómo solucionaríamos ese problema? ¿Y si contraemos SIDA? ¿Optaríamos por quitarnos la vida? Por supuesto esa no es la solución, entonces ¿Porqué un aborto si lo sería?

Otra buena razón para pronunciarme en contra del aborto son las secuelas, tanto físicas como psicológicas, que sufren algunas de las mujeres que se han practicado tan atroz acto. Se ha demostrado que muchas de las mujeres que se han practicado un aborto sufren severos daños a nivel interno de su aparato reproductor, ya que generalmente se practican dichos procedimientos en clínicas clandestinas e ilegales, sin las medidas sanitarias de funcionamiento y médicos sin ética profesional, o mujeres con pocos recursos económicos solo pueden pagar métodos de bajo costo y con procedimientos insalubres y dolorosos. En la mayoría de los casos, el mayor daño es causado al utero, lo cual aumenta las posibilidades de abortos espontaneos si en un futuro la mujer deseara un embarazo. Además, existen testimonios de muchas mujeres que han optado por un aborto, y luego sufren de transtornos psicológicos, ya que no se perdonan haber tomado tan fatal decisión. Es importante mencionar que la mayoría de los abortos son de madres adolescentes inmaduras y muy probablemente madres solas que sufren de abandono por parte del padre del feto, o en el peor de los casos, no tienen idea de quien es el padre.

Si bien es cierto, cada persona es libre de elegir lo que más le conviene para su vida, esto no significa que podemos dañar la vida de terceros

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