El Fantasma De Canterville

El fantasma de Canterville y sus valores

En este cuento se presentan una gran cantidad de valores tales como la necedad, honradez, materialismo, egoísmo, astucia, generosidad, honestidad, piedad, compasión, tolerancia, credibilidad e incredibilidad, irrespetuosidad, intolerancia, deshonestidad, lealtad, admiración, convalecencia, amor, y protección. Desde mi punto de vista los que más se presentan son la irrespetuosidad, honestidad, tolerancia, egoísmo y materialismo.

-Señor -dijo el ministro-, sé que en este país se aplica la mano muerta lo mismo a los objetos menudos que a las tierras, y es evidente, evidentísimo para mí, que estas joyas deben quedar en poder de usted como legado de familia. Le ruego, por tanto, que consienta en llevárselas a Londres, considerándolas simplemente como una parte de su herencia que le fuera restituida en circunstancias extraordinarias. En cuanto a mi hija, no es más que una chiquilla, y hasta hoy, me complace decirlo, siente poco interés por estas futilezas de lujo superfluo. (21) es una clara cita del egoísmo.

Otro ejemplo son los pequeños, traviesos e irrespetuosos gemelos “Estrellas y Bandas” quienes al hacerle las diabluras al pobre fantasma eran irrespetuosidad. Así mismo el fantasma como la familia Otis mostraron tolerancia cuando se molestaban mutuamente.

“Hasta el mismo lord Canterville, como hombre de la más escrupulosa honradez, se creyó en el deber de participárselo al señor Otis cuando llegaron a discutir las condiciones del catillo” (Wilde 1), también “-Vamos a ver -dijo el fantasma, con cierta dulzura-: ¿y qué iba yo a hacer? Es dificilísimo en los tiempos actuales agenciarse sangre de verdad, y ya que su hermano empezó con su quitamanchas incomparable, no veo por qué no iba yo a emplear los colores de usted para resistir. En cuanto al tono, es cuestión de gusto” (Wilde 15). Ambos ejemplos nos muestran la honestidad, sinceridad, el primero no le ocultan al señor Otis que hay un fantasma en el castillo y segundo es cuando el fantasma admite haber usado las pinturas de Virginia. La honestidad es el acto de decir la verdad, ser auténtico dando a nuestro entorno respeto y por ende las personas suelen valorar más a la gente honesta. Dentro de ser honestos cabe el ser humildes, cuando necesitamos ayuda en algo o de cualquier persona no significa ser menos, todo lo contrario, nos hace inteligentes dejándonos ayudar y dejando a un lado nuestro orgullo. La deshonestidad hace a las personas despreciables, que solo se engañan a sí mismas.

En conclusión, los valores de tolerancia y honestidad están presentes en todo momento, cada capítulo del cuento. Nos deja ver que el ser tolerantes no nos afecta en lo absoluto ni el ser honestos. Esta pequeña historia no es la mejor pero tiene un toque original. Es una lectura cotidiana fácil y entretenido de leer.

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