El Fantasma De Canterville

El Fantasma de Canterville

Tema:

La Superación de la Vida y la Muerte

El fantasma de Canterville, es un relato dentro del género cuento, del escritor Oscar Wilde.

Oscar Wilde fue un escritor, poeta y dramaturgo inglés, que elaboro muchas obras de gran prestigio, puesto que por esto fue considerado uno de los dramaturgos más destacados del Londres.

Su contenido, se desarrolla a finales del siglo XIX en base a una familia millonaria que decide comprar el castillo Canterville; a siete millas de Ascot en Inglaterra, pero lo que no se esperaban es que en este habitaba un fantasma; su nombre era Sir Simón de Canterville, y tendrían que enfrentarse a las experiencias que deberían sucederles.

Oscar Wilde trata de expresar lo preocupante que era el materialismo propio de las familias burgueses de su tiempo. Los burgueses eran “Ciudadanos de la clase media acomodada u opulenta”1.

En esta obra se puede observar distintos valores como la valentía, la superación, la pulcritud y el valor que supera la Vida y la Muerte, el amor; en el mundo hay virtudes y defectos, así mismo sucede en este cuento, se encuentra la necedad, el irrespeto y el materialismo. Ambos ámbitos dotan un realismo muy profundo a esta historia, en especial al fantasma porque se lo describe de una forma muy aterradora y atroz, para el siglo en que se escribió, por otro lado también dota una personalidad en la que reencarna en cierta forma la figura del arte.

Dátese como antes mencionado a finales del siglo XIX; que la familia Otis, conformada por: Hiram B. Otis (Embajador de los Estado Unidos); Lucrecia Otis “que con el nombre de miss Lucrecia R. Tappan, de la calle West, 52, había sido una ilustre ‹‹Beldad››”2, era “todavía una mujer guapísima, de edad regular, con unos ojos hermosos y un perfil sobervio”3; Washington Otis, bautizado por sus padres en honor a George Washington.

“Era un muchacho rubio, de bastante buena figura”4; los gemelos, eran niños encantadores “conocidos de ordinario con el nombre de Estrellas y Bandas”5 porque siempre se les encontraba ostentándolas; y por ultimo Virginia Otis, era una amazona maravillosa, y “una muchachita de quince años, esbelta y graciosa como un cervatillo, con un bonito aire de despreocupación en sus grandes ojo azules”6.

Lord Canterville que era el antiguo propietario del castillo le advierte a Míster Otis sobre el espectro sobrenatural, pero como era de esperarse éste no hace caso alguno y con su necedad concluye comprando el inmueble (…).

En este párrafo podemos analizar que Míster Otis no hace caso alguno y es incrédulo en lo que concierne a los fantasmas, puesto que él es un hombre de ciencia y negocios, y le resulta imposible creer en estos.

Y en muchas ocasiones nos sucede lo mismo, porque escuchamos algo que puede ser perjudicial y en vez de tomar acciones prudentes realizamos lo contrario, y no creemos que esa advertencia pueda sucedernos. Por consiguiente, luego vienen las lamentaciones por no haber hecho caso a lo que nos habían en ese momento de necedad y autosuficiencia.

Oscar Wilde retrato muy bien el arte, ya que el fantasma utilizaba pinturas para recrear la mancha de sangre o aún más ingenioso, para poder espantar a los inquilinos utilizaba trajes de teatro, como “Rubén el rojo”7, “el rorro estrangulado”8, “Gibeén, el Vampiro Flaco del páramo de Bevley”9,”Daniel el mudo, o el esqueleto del suicida”10, “Martín el Demente o el misterio enmascarado”11, entre otros.

El fantasma intento varias veces ahuyentar a la familia Otis, pero nunca lo logro. Más bien termino decaído, agotado, enfermo, de muy mal aspecto, puesto que estaba cansado de vivir. Una tarde la joven Virginia lo encuentra en el salón de Tapices pensativo, y se le acerco a hablarle (…).

Entonces resulta que el fantasma quería descansar,

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