El Largo Adiós

Lo primero a lo que voy a hacer alusión – y que no me parece un dato menor- es sobre la diferencia social y cultural que se presentan, inevitablemente, en esas dos “clasificaciones” de mujeres que identifica Licitra en las dos crónicas en cuestión: por un lado El barrio de mujeres solas y, por el otro, ¿Cómo es perder la virginidad? La primera de ellas está basada en un grupo de mujeres con hijos y sin maridos, que viven en un barrio – construido por el estado – llamado San Juan en la ciudad de Antofagasta, Catamarca. A esas mujeres las identifica como individuos callados, ocupadas en sus hijas, resignadas, y con voluntad de sobrellevar la vida que les tocó vivir y las condiciones en las que viven. Vivir en Antofagasta no es algo sencillo. Es como vivir en la nata del capitalismo. Es como vivir en un lugar retardado en el tiempo. Un lugar al que no llegaron las leyes de la civilización. En Antofagasta todo lo que se ve es sequedad y miseria. Calles de tierras, casas humildes, pequeñas. No tiene centro comercial, no tiene hoteles lujosos, ni semáforos, ni plazas. Sólo son un montón de casitas juntas, un montón de madres solas y un montón de chicos enanos, de ojos caídos y cabellos negros.

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