El Mio Cid Resumen

El Mio Cid

El rey Alfonso VI de Castilla y León envía al Cid Rodrigo Días a cobrar las parias del rey moro de Sevilla (Almutamiz). Almudafar rey de Granada se encontraba muy enemistado con Almutamiz y un grupo de hombres ricos lo ayudan para ir en contra de él.

Cuando Rodrigo Díaz se entera envía cartas re ruego para evitar que viniesen contra el rey de Sevilla y sus tierras. Pero el rey de Granada y los ricos hombres no atendieron a su pedido. Al ver este suceso el Cid reúne a un grupo de cristianos y moros, y fue contra el rey de Granada para echarlo de aquellas tierras. Se enfrentaron en una batalla que comenzó a la hora tercia (9 de la mañana) y duró hasta el mediodía fue grande la mortandad de moros y cristianos pero el Cid salió vencedor tomando como prisionero al conde García Ordoñez durante tres días y luego lo liberó. Tomo todos los bienes y las riquezas que quedaron por el campo y se las llevó a Almutamiz rey de Sevilla, es allí donde se gana el apodo de “el Cid Campeador” o el Cid batallador.

Almutamiz en agradecimiento le dio muchos buenos regalos y las parias que habían ido a cobrar y él se la llevó al rey Alfonso su señor. El rey lo recibió muy satisfecho, pero esto generó mucha envidia e hicieron enemistar a Alfonso con el Cid.

El rey Alfonso como estaba entrado en ira contra el Cid ordena que saliese del reino dándole un plazo de nueve días para hacerlo.

1. El Cid convoca a sus vasallos; éstos se destierran con él- Adiós del Cid a Vivar.

El Cid envió a buscar a todos sus parientes y vasallos y les dijo que el rey le daba nueve días para dejar las tierras y él quería saber quiénes de ellos irían con él y quiénes se quedarían.

Álvar Fáñez, primo hermano del Cid le contestó que todos los seguirían y las personas que estaban apoyaron la idea. Entonces el Cid sale de Vivar a Burgos allí deja sus palacios, sus tierras, con lágrimas en los ojos se despide.

2. Agüeros en el camino de Burgos.

Al ir dejando atrás Vivar ven la corneja (cuervo negro) a derecha (que significaba buen presagio) sin embargo, al entrar a Burgos la llevaban a la izquierda (mal presagio). Ánimo gritó el Cid a su primo Álvar Fáñez, de nuestra tierra nos han echado pero cargados de honra volveremos a ella.

3. El Cid entra a Burgos.

Ya por la ciudad de Burgos el Cid entra con sesenta personas sin hogar. Todos salían a verlo, niños, mujeres y varón.

4. Nadie hospeda al Cid – Solo una niña le dirige la palabra para mandarle alejarse. – El Cid se ve obligado a acampar fuera de la población en la glera (lugar de muchas piedras).

El rey Alfonso prohibió a los ciudadanos de Burgos darle hospedaje y comida al Cid, y quien se animase a hacerlo perdería sus bienes, los ojos de su cara y la salvación de cuerpo y alma; el Cid se acerca a la casa a la que iba siempre, pero nadie lo atiende al marcharse de allí una niña de nueve años se acerca y le dice: -El rey Alfonso anoche a vedado a Burgos con su carta con severas prevenciones y fuertemente sellada. No nos atrevemos a darle asilo, porque perderemos los haberes y las casas... seguid su camino y que los proteja Dios. Luego la niña se alejó.

El Cid se Dirige a Santa María cuando llega descabalga y realiza una oración al terminar su plegaria otra vez cabalga, de las murallas salió y el río Arlanzón cruzaba. Luego de cabalgar por un rato decide acampar.

5. Martín Antolines viene de Burgos a proveer de víveres al Cid.

Martín Antolinez le da al Cid y a los suyos pan y vino que había traído de su propia casa como así también un poco de comida. Y decide acampar con el Cid para al otro día continuar camino, ya que por ayudarlo el rey Alfonso también iría contra él.

6. El Cid, empobrecido acude a la astucia de Martín Antolines. Las arcas de arena.

El cid ya había gastado todas sus riquezas y nadie le daría más oro y plata para su campaña, entonces le pide a Antolines llenar dos baúles de arena y clavos dorados.

7. Las arcas destinadas para obtener dinero de dos judíos burgaleses.

El Cid pide a Antolines que lleve las arcas a los judíos para empeñarlos con la excusa de que eran muy pesados para llevarlos consigo. Muy a su pesar tendría que mentir para poder conseguir dinero.

8. Martín Antolinez vuelve a Burgos en busca de los judíos.

Antolinez atraviesa todo Burgos en búsqueda de Vidas y Raquel (judíos).

9. El trato de Martin Antolinez con los judíos. – Éstos van a la tienda del Cid. –Cargan con las arcas de arena.

Antolinez llama a los judíos en privado para hablar con ellos y decirles: -Al Cid le encomendaron cobrar las parias, grandes riquezas consiguió y luego se quedó con lo que valía algo y es por ello que ahora es mal acusado. El Cid tuvo que abandonar sus tierras y no puede llevar las arcas es por ello que las quiere dejar empeñadas a cambio de dinero prestado. Cuiden bien de ellas, esto tiene que ser un secreto y no abran las arcas.

Los judíos cuchichearon entre sí y pensaron que podría ser un buen negocio que tendrían solamente para darle seiscientos marcos pero no le darían el dinero hasta no ver las arcas. Es por ello que cabalgan junto a Antolinez para llegar al campamento del Cid. Allí el Cid les comenta nuevamente la historia del destierro y que quería que les cuiden su oro, contentos los judíos aceptaron el trato.

10. Despedid de los judíos y el Cid. – Martín Antolinez se va con los judíos a Burgos.

Los judíos desearon buena suerte al Cid en su camino y pidieron como regalo una piel por aquel favor, el Cid aceptó solamente con la condición de que no abrieran las arcas. Se despidieron y Antolinez los acompañó a Burgos para traer los seiscientos marcos que habían acordado. Martín al dejar las arcas les pide a los judíos para comprarse unas calzas por aquél favor que les había hecho.

11. El Cid, provisto de dinero por Martín Antolinez se dispone a marchar.

Raquel

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