El Principito

“El Principito”

En resumen, el libro trata de un aviador que por una falla de su avión, cae en el desierto. Cae lejos de cualquier lugar poblado, pero misteriosamente se encuentra con un pequeño niño, el principito. Mientras que el aviador intenta reparar su nave, el principito le cuenta de su vida en un planeta muy distante y de su viaje hasta la tierra. La vida en su planeta es muy simple y maravillosa, pero conoce a una rosa que lo incita a viajar y conocer otros planetas.

En este viaje el principito conoce a distintas personas con distintos problemas, que en realidad son críticas a las cosas “importantes” del mundo de los adultos. Comienza con un rey con delirios de poder, un vanidoso con sentimientos de superioridad, un borracho con poca fuerza de voluntad, un hombre de negocios que representa la avaricia, un farolero que es muy trabajador, pero al ser tan responsable, deja de disfrutar su vida y su trabajo, y finalmente conoce a un geógrafo que es poco aventurero. Este último personaje, le recomienda visitar la tierra por su grandeza.

El aviador, como los adultos, comienza ignorando las ideas y opiniones de el niño, pero, después de escuchar al principito, el aviador comprende la sencilla sabiduría de los niños. Cuando el aviador termina de reparar su avión, corre a contarle al principito, pero éste ya se ha ido y lo único que le queda es recordarlo cada que voltea a ver a las estrellas.

Analizando el libro desde el principio, en la dedicatoria el autor se disculpa con los niños por dedicar su libro a un adulto. Se infiere que es un libro infantil, pero en realidad es un libro para todas las edades. Es un cuento escrito para que los niños nunca dejen de ser niños y para que los adultos recuerden que también lo fueron alguna vez.

Este es un libro lleno de metáforas, pero todo gira en torno a lo vacías que se vuelven las personas al crecer, como dice el autor: “los adultos solo se preocupan por las cifras”. Buscan la salida más fácil a sus problemas, se vuelven dictadores, vanidosos, egoístas, ambiciosos y se llenan de responsabilidades. La responsabilidad no es una falta, pero esto les impide relacionarse con el mundo exterior.

Eso es lo que se observa en los mundos de los adultos, pero por otro lado vemos el planeta del principito o de los niños. Tiene responsabilidades (sus volcanes), pero eso no le impide disfrutar las puestas de sol; y las ve una y otra vez, porque puede ver la belleza que hay en ellas. También tiene problemas (los baobabs) pero los resuelve cuando apenas son pequeños y no permite que crezcan, tiene imaginación y conoce el significado de el amor y la amistad. Todos son valores que los niños tienen con su inocencia, pero van perdiendo con la edad.

Para concluir, una frase que me pareció de gran importancia: “Solo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible

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