El Retrato De Dorian Gray

El retrato de Dorian Gray, publicado en 1891, es la única novela escrita por Oscar Wilde (Irlanda, 1854-1900), uno de los escritores ingleses más célebres y controvertidos de su tiempo. Esta obra, al lado de sus no menos brillantes relatos, le significó el reconocimiento de su talento narrativo por parte de sus contemporáneos.

“Si yo fuera quien permaneciera siempre joven y el retrato el que envejeciese… por esto lo daría todo”, afirma el protagonista de la obra, quien poco a poco experimenta un proceso de transformación y progresiva corrupción espiritual, con irónico estilo y un excepcional manejo de los ambientes y caracterización de los personajes, Wilde muestra la decadencia del ser humano frente al vacío y la frivolidad impuesta como principio del placer. Bajo el cinismo, la ausencia de culpa y principios morales, al ser humano sólo le queda una salida.

Dorian Gray es joven, hermoso y parece la imagen de la inocencia; quizás ni él mismo lo sabe, hasta que se ve reflejado en el hermoso retrato que le hace Basil Hallward, que ha quedado fascinado por su figura.

Uno de los amigos del pintor, Henry Wotton, un ingenioso frecuentador de salones

que escandaliza a la sociedad con sus ideas y su desprecio por la moral convencional,

le invita a que se aproveche al máximo de su juventud y belleza.

Dorian, consciente por primera vez de sí mismo, teme el paso del tiempo, que acabará

con todo su encanto. ¿Qué ocurriría si todos los estragos de la edad quedaran reflejados en el cuadro? Henry Watton tiene cada vez más influencia sobre él.

Cuando Dorian Gray se enamora de una actriz, Henry Watton se burla, y Dorian la abandona cruelmente. Sybil Vane, que así se llama la chica, se suicida. En un primer momento, Dorian se arrepiente, pero ¿fue acaso él responsable?, se interroga. Nada ha cambiado, nada más que el rostro del retrato, que muestra la crueldad de su ser

El horror sacude a Dorian Gray, pero solo un momento: su deseo se ha cumplido, será

joven por siempre.

A partir de aquí acumula un pecado sobre otro, sin que su cara pierda su pureza, pero paga un alto precio. Sus noches se llenan de pesadillas, pero nada consigue llenar su vida. Basil, el único que intenta ponerle freno, muere por su mano, y las manos del personaje del retrato se llenan de sangre.

Dorian oculta su alma corrupta, contenida en un cuadro, como la sociedad victoriana y la de ahora oculta sus maldades, pero no hay modo de negar la verdad, ni el tiempo, ni la muerte, como acaba descubriendo pagando con su vida.

Nada mas lejos de la verdad podemos ver que en nuestros días, las observaciones que tiene el autor tienen el mismo vigor: podemos reconocernos en las ridículas poses de sus personajes. La rebelión era contra la hipocresía, contra la doble moral y la falta de principios sólidos (¿y qué época se ha librado de esos

males?).

Más allá de lo social, Wilde nos sitúa también ante el problema capital de la existencia: la muerte y el paso del tiempo.

La lectura de este libro invita a cuestionarse las instituciones y normas sociales,

las victorianas, y las actuales:

La belleza es, para los personajes de este libro, casi una idea absoluta, como para los griegos, y sin embargo el desarrollo de la historia nos lleva a considerar la necesidad de complementarla con la idea del bien.

La moral es un tema central en esta obra,y por supuesto, nos hace reflexionar sobre la dualidad de todo ser humano, capaz de lo mejor y de lo peor, y sobre la necesidad de justificarnos ante nosotros mismos y ante nuestros semejantes, nuestra vida es finita, es preciso aprovecharla, pero no a la manera de Dorian Gray, que descubre su error cuando ya no tiene remedio.

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