El Terror Del Sexto B

EL TERROR DE SEXTO “B”

Primero que todo, me presento. Mis amigos me llaman el terror de Sexto “B”. Soy especialista en sabotear clases y hacer bromas pesadas. El jueves 7 de octubre el profesor Quiroga, alias porkis, empezó, como de costumbre, con la tortura de pasar al tablero. Empezó con la letra a hasta llegar a mi nombre, Hernández Sergio lo llamaron al tablero y le pidieron su tarea, él muy asustado con el corazón en la mano y el cuaderno en la otra, me paré, sabiendo a lo que iba y le entregué el cuaderno cerrado para retrasar su furia. El profesor le dijo no le pido el cuaderno para mirar la portada necesito la tarea. Sergio abrió su cuaderno con la hoja en blanco y no había hecho la tarea, el profesor no se demoró ni un segundo en descubrirlo. A Sergio lo mandaron a rectoría por que empezó con la burla, el tenía matrícula condicional y para que no lo expulsaran y no lo viera ningún profesor entro a una habitación que tenía un cartel colgado que decía sitio de material didáctico no se permite la entrada de alumnos, que se encontraba al lado de su salón tenía una ventana que conducía a el salón de sexto “B”. Sergio para asustar y jugarle una broma a porki tomo un esqueleto que se encontraba al fondo de la habitación y tenía unos hilos de nylon y empezó a moverlo porki lo vio que una mano lo saludo él se asusto, porkis estaba dictando la clase y dijo tarea para la casa después de ver a la mano que lo saludo muy nervioso y con un hilo de voz les dijo a los alumnos que no iba a dejar tarea todo el mundo empezó a saltar de la alegría y a festejar, Sergio se sentía orgulloso de su talento. Porki muy asustado en cambio de hora paso por el pasillo y Sergio lo escucho cuando entro a otro salón Sergio aprovecho para entrar a su salón y también festejar como si nada. Sergio averiguo en otros salones por porki y le contaron que no dieron inglés por que porki estaba indispuesto y pensó que se le fue la mano con la broma que le hizo a porki. El rector el viernes les dijo que el profesor estaba mal en el hospital y que de pronto no volverá más a trabajar en el colegio.

MARTES A LA QUINTA HORA O LA CLASE DE GIMNASIA

Juliana es una niña gorda, lenta y pesada. Tenía trece años, uno cincuenta de estatura y cincuenta y tantos kilos encima. Los martes a la quinta hora, era la tortura de colocarse el uniforme de gimnasia con tantas miradas a su alrededor. La tortura de Juliana llevaba varios años y prometía durar muchos más. Juliana llegó al extremo de romperse un brazo para no dar la clase de gimnasia. Por esa excusa no dio la clase durante dos meses y medio enyesado. Ganó la materia sin mover un dedo. Pero tantos martes al mediodía había agotado todas las posibilidades de escape. Suena el pito del profesor y significaba una fila por orden de estatura. En el segundo dice que

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