LA MIRADA NALEFICA

Hace muchos años vivía ala orilla del mar un pobre pescador con su mujer, la mujer se quejaba siempre de todo ya sea que el hombre llegara con la canasta llena o vacía siempre era lo mismo. Un día cuando llegó el pescador al mar vio un gran pez, pero este no era común y corriente, era un pez de oro. De pronto el pez empezó a hablar, le dijo al pescador que era lo que necesitaba, el dijo que un remo y enseguida lo tuvo, de inmediato el pez se volvió al mar. Cuando el pescador llegó a su casa, le contó a su esposa lo que le había sucedido y como siempre le gritó ¡tonto!, él le preguntó a su esposa que era lo que deseaba, ella sin creerle y con burla dijo que una gran cena con un filete de carne. Al llegar al mar llamó al pez y le pidió lo que su esposa quería, cuando llegó a su casa el filete estaba ahí; pero la esposa cada vez quería más y más, nunca estaba conforme, llegó a tener un palacio, fue la mujer mas rica de Rusia, pero eso no era suficiente para que fuera feliz. Un día cuando pidió ser casi igual a Dios, el pescador llegó a su casa y ya no halló el palacio; sino la misma cabañita que tenían antes; pues aquel que quiere ser Dios merece realmente muy poco.

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