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LOS TRES CERDITOS Y EL LOBO


Enviado por   •  23 de Junio de 2015  •  Informes  •  1.666 Palabras (7 Páginas)  •  311 Visitas

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LOS TRES CERDITOS Y EL LOBO

Había una vez tres cerditos que eran hermanos y vivían en el corazón del bosque. El lobo siempre andaba persiguiéndolos para comérselos. Para escapar del lobo, los cerditos decidieron hacerse una casa. A todos les pareció una buena idea, y se pusieran manos a la obra, cada uno construyendo su casita.

-La mía será de paja - dijo el más pequeño-, la paja es blanda y se puede sujetar con facilidad. Terminaré muy pronto y podré ir a jugar.

El hermano mediano decidió que su casa sería de madera:

-Puedo encontrar un montón de madera por los alrededores (explicó a sus hermanos), construiré mi casa en un santiamén con todos estos troncos y me iré también a jugar.

El mayor decidió construir su casa con ladrillos.

- Aunque me cueste mucho esfuerzo, será muy fuerte y resistente, y dentro estaré a salvo del lobo. Le pondré una chimenea para asar las bellotas y hacer caldo de zanahorias.

Cuando las tres casitas estuvieron terminadas, los cerditos cantaban y bailaban en la puerta, felices por haber acabado con el problema:

-¡No nos comerá el Lobo Feroz! ¡En casa no puede entrar el Lobo Feroz!

Entonces surgió de detrás de un árbol grande el lobo, rugiendo de hambre y gritando:

-Cerditos, ¡os voy a comer!

Cada uno se escondió en su casa, pensando que estaban a salvo, pero el Lobo Feroz se encaminó a la casita de paja del hermano pequeño y en la puerta aulló:

-¡Soplaré y soplaré y la casita derribaré!

Y sopló con todas sus fuerzas: sopló y sopló y la casita de paja derribó.

El cerdito pequeño corrió lo más rápido que pudo y entró en la casa de madera del hermano mediano.

-¡No nos comerá el Lobo Feroz! ¡En casa no puede entrar el Lobo Feroz!, decían los cerditos.

De nuevo el Lobo, más enfurecido que antes al sentirse engañado, se colocó delante de la puerta y comenzó a soplar y soplar gruñendo:

-¡Soplaré y soplaré y la casita derribaré! La madera crujió, y las paredes cayeron y entonces los dos cerditos corrieron a refugiarse en la casa de ladrillo del hermano mayor.

-¡No nos comerá el Lobo Feroz! - Cantaban los cerditos.

El lobo estaba realmente enfadado y hambriento, y ahora deseaba comerse a los Tres Cerditos más que nunca, y frente a la puerta bramó:

- ¡Soplaré y soplaré y la puerta derribaré! Y se puso a soplar tan fuerte como el viento de invierno

Sopló y sopló, pero la casita de ladrillos era muy resistente y no conseguía su propósito. Decidió trepar por la pared y entrar por la chimenea. Se deslizó hacia abajo... Y cayó en el caldero donde el cerdito mayor estaba hirviendo sopa de nabos. Escaldado y con el estómago vacío salió huyendo y escapó de allí dando unos terribles aullidos que se oyeron en todo el bosque. Se cuenta que nunca jamás quiso comer ningún cerdito.

Los cerditos no lo volvieron a ver. El mayor de ellos regañó a los otros dos por haber sido tan perezosos y poner en peligro sus propias vidas.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

PERSONAJES:

NARRADOR

MAMA

TONTIN ( HACE SU CASA DE PAJA)

TRABAJADOR (HACE SU CASA DE LADRILLO)

FLOJO (HACE SU CASA DE PALITOS DE MADERA)

VENDEDOR DE PAJA

VENDEDOR DE PALITOS DE MADERA

VENDEDOR DE LADRILLOS

LOBO

GUION:

NARRADOR: Había una vez tres cochinitos que se llamaban Tontín, Flojo, y Trabajador. Un día decidieron vivir independientes de su mama, y construir su propia casa.

TONTIN, FLOJO,TRABAJADOR: Adiós mama.

MAMA: Adiós mis pequeños hijos.

NARRADOR: Los tres cochinitos emprendieron su propio camino. Un día Tontín se encontró a un hombre que vendía paja.

TONTIN: Justo lo que necesitaba. ¿Podría venderme paja para construir mi casa?.

VENDEDOR: Claro que sí. Toma la que necesites.

TONTIN: Gracias.

NARRADOR: Tontín le pago al vendedor y se fue a construir su casa de paja.

TONTIN: Es fácil construir una casa de paja, nada mas la coloco y listo. No necesito pegamento, ni cemento, ni clavos, y a jugar.

NARRADOR: Otro día, Flojo, se encontró a un hombre que vendía palitos de madera.

FLOJO: Buenos días, señor.

VENDEDOR DE PALITOS DE MADERA: ¿En qué puedo servirte?.

FLOJO: ¿Podría venderme palitos de madera para construir mi casa?.

VENDEDOR DE PALITOS DE MADERA: ¡Claro que sí!. Toma todos los que necesites.

FLOJO: Gracias.

NARRADOR: Flojo le pago al vendedor de palitos de madera y se fue a construir su casa.

FLOJO: Que sencillo es hacer una casa de palitos de madera. Solo los coloco y listo. No necesito ni pegamento, ni cemento, ni clavos, y a jugar.

NARRADOR: Después, Trabajador, se encontró a un hombre que vendía ladrillos.

TRABAJADOR: Disculpe, señor, necesito ladrillos. ¿Los vende usted?.

VENDEDOR DE LADRILLOS: ¡Claro que sí!. Toma todos los que necesites. También vendo cemento y varilla.

TRABAJADOR: Démelos también, por favor.

VENDEDOR DE LADRILLOS: ¡Claro que sí!.

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