La Emancipada

Acallada feminidad.

A lo largo de la historia de la humanidad, y presente en innumerables épocas y culturas se ha evidenciado la persistencia del dominio del más fuerte sobre el débil, esta práctica se ha extendido a varios aspectos de la vida del hombre, sin embargo, al ser la familia el punto de partida de toda sociedad y el núcleo del desarrollo integral del ser humano, ha sido también la más afectada por la decadente tradición, así, dentro del núcleo familiar se ha mantenido un esquema patriarcal, donde es el hombre quien dirige los destinos de su prole, siempre al margen de la ley que dicta la santa madre iglesia, que cabe destacar, ha promulgado una doctrina cruel y misógina. Bajo esta contexto, la mujer ha sido educada, generación tras generación, para ser una esclava y atacar toda muestra de sublevación femenina, no solo en las demás mujeres, sino, y aún con mas rigidez en ellas mismas. Bajo este análisis podemos entender el desarrollo de los sucesos acaecidos en la vida de Rosaura, pues siendo una mujer que debía regirse al status quo de la época, decidió liberarse y hacerse escuchar.

La historia a través de sus tortuosos caminos nos muestra como la honra, los bienes, los derechos y hasta la felicidad de una clase, han dependido siempre del poder de dicha clase para defenderse e imponerse, en el caso de la mujer, su opresor no solo exige de ella obediencia, sino que además impone un dominio total sobre su cuerpo y sus sentimientos; si bien es cierto los esclavos eran solo mercancía, pero al menos tenían el derecho de hacer su vida familiar fuera de su jornada laboral, pero la mujer es hasta moralmente obligada a renunciar a sí misma y entregar su vida entera a la familia y al marido, anulando así su individualidad y sus deseos. Esta tiranía quedo plasmada en la vieja tradición de casar a la hija con un desconocido, como se hizo con Rosaura o peor aun negociar la adquisición de bienes por la entrega de la joven, y aunque la costumbre ha variado a lo largo de los años y de la evolución del pensamiento, aun hoy en día podemos encontrar rezagos del poder auto concedido por el hombre sobre el cuerpo de la mujer, como el descaro socialmente aceptado de negársele decidir sobre su propio cuerpo.

Ejerciendo el poder que da el miedo, la iglesia católica ha tenido mucho que ver en la constante denigración de que ha sido víctima la mujer, con la “veracidad” de sus santas escrituras forjo una cruenta red de preceptos con los que se fue menos preciando a la mujer y anulando su verdadero poder creador, dice la biblia por ejemplo: "Pero quiero que sepáis que Cristo es cabeza de todo varón, y el varón es cabeza de la mujer… Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, porque él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón. Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón." 1 CORINTIOS 11: 3, 7, 8 & 9. La iglesia enseñaba a los reyes y a los nobles a despojarse de sus mejores dominios para enriquecerse, y fue este el patrón que se encargo de seguir en todos los asuntos en que descaradamente se entrometía, en el caso de la mujer se encargo de enseñarle primeramente que dios era hombre, y la iglesia lo representaba, por ende no solo que estaba sometida de nacimiento a una autoridad masculina, sino que además debía despojarse de todo lo que la convertía en mujer para agradar al dictador. En la obra podemos notar el inicial estado de sometimiento en que se halla Rosaura, completamente anulada ante la figura paterna y la eclesiástica, que intransigentemente

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