La diosa

En el texto “La diosa”, la autora,  Adele Getty, nos habla del matriarcado; nos muestra el papel que interpretaron las mujeres en la historia de nuestros antepasados. Presenta a la Gran Diosa Madre como la dadora y creadora de vida, no solo humana, sino también de todo en la naturaleza. Adele propone que la mujer, al compartir los ciclos de la naturaleza tiene una conexión profunda con la misma, y es por ende poderosa y divina. Nos enseña como el matriarcado se basaba en la justicia, la cultura, el  arte, el placer y la naturaleza. Las cuevas que se consideraban sagradas eran oscuras como el vientre materno, y se pintaban con rojo imitando la sangre, en homenaje a que la mujer sangraba todos los meses y no moría. Por esto se la consideraba inmortal.  

Con la llegada de la revolución neolítica, el matriarcado se ve forzado por necesidad a bajar de las cuevas en las montañas y crear comunidades estados en la llanura. La Diosa tiene que hacer uso de los animales (antes considerados como un igual) por la necesidad de usar la fuerza del toro para la agricultura, especie de la cual se castran los machos, dejando solo uno para la reproducción.

Las primeras tribus patriarcales se imponen por la fuerza, violan a las mujeres  y obligan a sus hombres a destruir todos los altares hacia las Diosas. Con el cristianismo y las religiones monoteístas, el hombre transforma todos los mitos y leyendas de la Diosa a su favor; la convierte de un ser divino a una pecadora, un ser del mal y la oscuridad. La censura, la prohíbe, la oprime, la condena y la asesina.

• Cómo el patriarcado se las ingenió para transformar todos los aspectos positivos y venerados de la mujer en conceptos negativos. Por ejemplo, en vez de pensarse a la mujer como fértil, como la dadora de vida, se comenzó a pensar en el hombre como tal, dado que es quien aporta la “semilla”. En este panorama, la mujer y su antes sagrado vientre, pasan a ser un objeto donde el hombre deposita su semilla y el cual utiliza para generar vida.

• Los métodos del patriarcado para imponerse sobre la mujer varían de las formas más básicas a las más rebuscadas; las armas se fabrican con formas fálicas, el linaje pasa de padre a hijos en lugar de madre a hijas, el Dios es hombre, etc.

• La actividad sexual pasa de ser motivada por recibir y dar placer, a ser manchada por el pecado y prohibida bajo la ira de Dios. La mujer no puede sentir placer ni ser objeto de deseo más que de un solo hombre, como si fuera una pertenencia.

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