La diosa Tiarra

Tiarra.

Antes de que existiera la tierra y los astros mayores, la diosa Tiarra, una joven muchacha y con una belleza extraña, pero muy valiente y heroica, vivía sola en el universo, Tiarra no tenia a nadie, se sentía sola y a veces le asustaba la obscuridad, un día Tiarra vio pasar una luz muy diferente a todas, brillaba distinto a las demás estrellas que ella veía todos los días, así que Tiarra con mucho miedo, fue a ver que era esa luz extraña y cuando llegó ahí, estaba enfrente de esa hermosa y extrañar luz, pero Tiarra tenia miedo de tocarla, así que con su dedo índice, le dio un toquecito y esa luz cambio de color y empezó a temblar y en eso se formaron miles de bolitas de además de que esta luz se volviera miles de pequeñas luces, todas se volvieron negras y explotaron, conforme explotaban se convertían en elementos que conformarían la tierra y complementarían el universo.

A Tiarra le había gustado tanto la creación que hizo con su hermoso dedo, que lo llamo parecido a su nombre, le puso a su creación tierra, cada ves Tiarra notaba que esa luz hermosa iba perdiendo su brillo y decidió buscar un compañero para su hermosa creación, el cual la iluminara y con su amor le diera de nuevo vida, Tiarra busco entre muchos, pero ninguno era tan bueno y tan generoso de darlo todo por otro astro en el cielo, solo se preocupaban por su propio brillo y resplandor, un día Tiarra escucho de un astro que alguna ves se partió por tratar de defender a una estrella la cual estuvo a punto de ser golpeada por otro astro; interesada, fue a ver al pobre astro y cuando lo

observo, noto que estaba echo pedazos y que solo quedaba polvo de el y del astro que colapso con el, Tiarra se compadeció de el y con su mano junto los pedazos que quedaban y con su aliento lo calentó hasta derretirlo y hacerlo de nuevo, el astro se levanto feliz, brillando mas que todos los pequeños astro egoístas a su alrededor, Tiarra le dijo, por tu sacrificio ahora brillaras mas que cualquier pequeño astro, pero también cumplirás una nueva misión, cuidaras a tu pequeña hermana tierra, le darás de tu brillo y esplendor, además de que la tendrás que proteger como lo hiciste antes con aquel astro.

Tiarra feliz de lo que avía hecho, tomo a su nueva creación y la llevo con tierra, cuando llego se acordó que mucho tiempo el astro estuvo solo sin nadie y Tiarra le puso como nombre sol, cuando lo puso cerca de tierra, esta cobro vida y al instante tomo un nuevo brillo, mucho mejor que el anterior, este brillo era de color azul muy hermoso como el de un zafiro, al estar juntos los dos estos empezaron a bailar.

Pasaron los días y Tiarra empezaba a notar algo extraño entre tierra y sol, tierra estaba muy enojada y se estaba quemando, Tiarra no sabia el por que, hasta que un día observándolos, se dio cuenta de que el culpable era sol, pero sol no tenia

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