"Las máscaras del engaño en Tormento

Luis Aranguren: Las máscaras del engaño en Tormento

Galdós, como escritor, jamás dio una puntada sin hilo. 95 años tras su muerte, la prosa

galdosiana sigue siendo descifrada y irremediablemente, su lectura se debe hacer entre

líneas. En Tormento, esa complejidad y contradicción que parecen definir a cada uno de los

personajes y sus interacciones no es simplemente una buena construcción del sujeto o una

aproximación acertada de la realidad interna del individuo. La esencia final, como en toda

novela realista, es mostrar la cara más cruda del contexto en el que se desarrolla. En este

caso, además, narrada de una manera agridulce. En el artículo de Luis Aranguren se

diseccionan las identidades de los personajes más trascendentes en la trama, resumiendo

que cada uno de ellos posee “una doble existencia”, en la que asoma la decadencia moral

del Madrid galdosiano.

En el caso de Pedro Polo, Areguren sugiere que es el personaje con más

autoconocimiento, al ser consciente que su oficio es contrario a su propia personalidad

“romántica e irascible”. Además, varias veces se nombra de manera explícita sus actitudes

fingidas.

Por otro lado, Agustín, desilusionado con la vida que ha hecho en América, decide

enmendar su vida de la manera más convencional. Anhela una vida estable marcada por la

espiritualidad cristiana, compartida con una esposa ejemplar, como cree que lo será

Amparo. Sin embargo, estos deseos quizá se contradicen con su verdadera naturaleza, y

con lo que él realmente espera. Su desenlace, a parte de agrio, mantiene signos de

providencia.

Sin embargo, Amparo se corona como la reina de la máscara del engaño. Se presenta

como “Amparito”, una chica humilde y obediente que ayuda en la casa de los Bringas.

Mientras transcurre la novela, todo cambia. La huérfana virtuosa se desenmascara en

Tormento la

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