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Makiavelo


Enviado por   •  24 de Noviembre de 2012  •  2.743 Palabras (11 Páginas)  •  476 Visitas

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1.-Ha de notarse, pues, que a los hombres hay que conquistarlos o eliminarlos, porque si se vengan de las ofensas leves, de las graves no pueden; así que la ofensa que se haga al hombre debe ser tal, que le resulte imposible vengarse.

Quiere decir que un gobernante o persona que detenta poder y oprime o manipula a otro(s), debe hacerlo de manera radical o de exterminio, porque si este oprimido o afectado se levanta por una afectación leve del gobernante que emitió un castigo, el se vengará, de ahí que hay que conquistarlo y si no se pudiese, destruirlo. Porque es así como se le quitaran las armas para un futuro vengarse.

2.- Que el que ayuda a otro a hacerse poderoso causa su propia ruina. Porque es natural que el que se ha vuelto poderoso recele de la misma astucia o de la misma fuerza gracias a las cuales se lo ha ayudado.

Significa

que alguien que posee astucia y fuerza de carácter y medios como para ayudar a alguien mas, no debería hacerlo, porque cuando le provea las herramientas y el poder, este tendrá envidia de las capacidades de quien le ayudo, y será su competencia o destrucción. Esto se explica también con el refrán; cría cuervos y te sacaran los ojos.

3.- el que no coloca los cimientos con anticipación podría colocarlos luego si tiene talento, aun con riesgo de disgustar al arquitecto y de hacer peligrar el edificio.

Se entiende que todo gobernante o príncipe debe ser previsor y sentar las bases o pilares de su estado-Gobierno, para no tener que llegar a la instancia de que cuando este en el poder, tenga que ser hábil y talentoso para no quedar mal ante los demás e inteligentemente construya lo que no edifico en un principio, con la duda de si le es aprobado o no.

4.- Porque las ofensas deben inferirse de una sola vez para que, durando menos, hieran menos; mientras que los beneficios deben proporcionarse poco a poco, a fin de que se saboreen mejor.

Como dice Cristina de Suecia, es necesario hacerse temer y amar. Significa que quien inflinge daño y daño consecutivamente y de manea tímida, pronto se le revelaran en su contra, mientras quien aplica rigor y castigo de manera rápida y contundente a la par de

beneficios, se acostumbra el oprimido y el inflingidor podría mas bien ser amado, es como el padre que castiga a su hijo en forma y como es debido en su tiempo del acto y por amor lo hace, mientras un padre que solo advierte y vocifera o pasa tímidamente castigando a sus hijos, estos le pierden el respeto.

5.- Todo príncipe prudente ha desechado estas tropas y se ha refugiado en las propias, y ha preferido perder con las suyas a vencer con las otras, considerando que no es victoria verdadera la que se obtiene con armas ajenas.

Se entiende que lo ganado u obtenido con lo ajeno esta a expensas de que se le quite, por e mismo que provee las armas o herramientas, porque perdiendo algo de lo propio o con lo propio no hay recriminación alguna, porque es como quien apostando con dinero ajeno, ganando o perdiendo se rinde cuentas.

6.- Porque entre uno armado y otro desarmado no hay comparación posible, y no es razonable que quien esté armado obedezca de buen grado a quien no lo está, y que el príncipe desarmado se sienta seguro entre servidores armados, porque, desdeñoso uno y desconfiado el otro, no es posible que marchen de acuerdo.

Claramente se entiende que lo que a uno(s) les sobra (armas), otro lo desea (el príncipe), y como dice uno por deseo del poder y otro por temor y desconfianza no pueden caminar juntos.

Es como el caramelo o dulce entre dos niños, no estarán siempre en paz, uno se alejara por temor a que el otro se lo quite el otro llorara y le dirá que le de,   pero que obediencia puede existir en el niño que posee el caramelo. O en un Estado que quien tiene las armas es el ejército y policía.

7.- Porque hay tanta diferencia entre cómo se vive y cómo se debería vivir, que aquel que deja lo que se hace por lo que debería hacerse marcha a su ruina en vez de beneficiarse., pues un hombre que en todas partes quiera hacer profesión de bueno es inevitable que se pierda entre tantos que no lo son.

Interpreto que un hombre debe buscar el ideal de una realidad concreta y no vivir de ficción, porque queriendo ser siempre bueno o malo todo el tiempo, no lo será. Un sabio no pretenderá que lo miren como tal, en su circulo social de ignorantes y necios, ellos lo tomaran como un igual a ellos, porque el debe entender que ciegos no pueden ver a videntes, les es imposible.

8.- Sé que no habría nadie que no opinase que sería cosa muy loable que, de entre todas las cualidades nombradas, un príncipe poseyese las que son consideradas buenas; pero como no es posible poseerlas todas, ni observarlas siempre, porque la naturaleza humana no lo consiente, le es preciso ser tan cuerdo que sepa evitar la vergüenza de aquellas

que le significarían la pérdida del Estado.

Ciertamente que el humano con sus características antropológicas que lo identifican, no posee la capacidad de tolerar virtudes en otros o al menos ahondar en el valor humano, siempre se critica a priori a los demás sin descubrir la verdadera esencia de los demás, o a veces por envidia, ego, o la misma ignorancia del hombre, pero la inteligencia humana le permite a este seguir patrones de conducta social por las cuales regirse y actuar de acuerdo a lo permisivo y no caer en los vicios negativos. Y si es vicio todo lo que representa cuidar o proteger algo, esto será de buen devenir y bien visto por los demás.

9.- Un príncipe no debe preocuparse porque lo acusen de cruel, siempre y cuando su crueldad tenga por objeto el mantener unidos y fieles a los súbditos; porque con pocos castigos ejemplares será más clemente que aquellos que, por excesiva clemencia, dejan multiplicar los desórdenes, causas de matanzas y saqueos que perjudican a toda una población, mientras que las medidas extremas adoptadas por el príncipe sólo van en contra de uno.

La clemencia es una virtud de todo hombre, pero no por esto debe de abusar de ella, ya que de lo contrario se incurre o se mira como cruel un gobernante, me explico; cuando un padre de familia se vuelve “cruel” como lo pueden ver

sus hijos, al principio valga decirlo, por el hecho de que no los deja salir a la calle, por los peligros que en ella existen. Al futuro se verá como un hombre o padre de buen obrar y clemente, al saberse por ejemplo que un vecino o una familia pereció ante delincuentes que entraron a su vivienda violaron y saquearon aquel hogar, ante la disque libertad y excesiva clemencia que un padre daba a sus hijos y caprichos,

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