Octavio Paz

Uno de los temas centrales de la lectura es sobre la inconformidad que sufre existencialmente el mexicano en cuanto a su origen, Octavio Paz dice que el mexicano no se acepta a sí mismo, porque somos una raza bastarda, somos hijos de la malinche, Octavio Paz, se sumergió en las raíces de esta tierra mágica y mítica que es nuestro México y sus individuos con su particular manera de ser que al mismo tiempo se niega a ser. Somos un pueblo en eterna búsqueda de identidad y tratamos de disfrazar esa búsqueda con imágenes, símbolos, tradiciones, religión y máscaras. Por nuestras venas corren dos herencias muy fuertes la indígena y la española, dice Octavio Paz que el mexicano es un ser hermético que no se abre sino que se desgarra cuando deja salir su verdadero yo, de allí que seamos vistos como personas de fuerte temple y de nobles sentimientos. En lo personal aquí opino que el mexicano siempre está queriendo sentirse mas de lo que no es, o tal vez siempre esta adquiriendo aspectos de las demás culturas. Pero si de por sí el hombre mexicano es complicado, la mujer mexicana según Octavio Paz, es un verdadero enigma relegada a las sombras siempre en una actitud pasiva y resignada, sumisa y echa en el hogar para el hogar, aquí yo estoy en desacuerdo total, tal vez y antes la percepción hacia las mujeres si era así, pero hoy en día sabemos que existen mujeres mucho mas preparadas que varios hombres y tal vez la mayoría de las mujeres se deben sentir ofendidas al ver como describe Paz a la mujer mexicana pero indudablemente sabemos que los tiempos son otros y las cosas han cambiado. No estoy muy de acuerdo en que el mencione que las mujeres son sufridas o rajadas como el las llama. Referente al jugo de los albures donde el mexicano siempre trata de intimidar al otro o provocar que las burlas caigan en el con trampas verbales e ingeniosos trucos lingüísticos donde todas van encaminadas a términos sexuales. Lo mismo pasa en las relaciones heterosexuales donde lo que se busca es abrir al otro, rajar e incluso herirlo.

Octavio paz menciona que siguiendo la mentira se puede llegar a la autenticidad, esto puede ser debido a que tanto repetimos la mentira que terminamos creyéndola incluso nosotros mismos. Cuando nos enamoramos nos "abrimos", mostramos nuestra intimidad, ya que mostramos y confiamos nuestros

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