¿Por qué decidió convertirse en ingeniero?

¿Por qué decidió convertirse en ingeniero?

Cuando estaba creciendo, mis tíos y hermanos trabajaban en los astilleros. De ahí desarrollé el gusto por la ingeniería. Al dejar la escuela, esa industria estaba muriendo y ellos estaban perdiendo sus trabajos. A raíz de ello, en lugar de convertirme en un aprendiz en los astilleros, decidí estudiar ingeniería.

¿Qué es lo que más le gusta de su profesión?

Me gusta el zumbido que genera la mezcla de la resolución de problemas y ser realmente capaz de llevar a cabo las soluciones. Últimamente, el papel del ingeniero ha cambiado mucho y se ha alejado de la vieja idea de únicamente decidir en qué lugar se insertará una pieza de la maquinaria. Ahora, todo gira en torno a planteamientos mucho más transcendentales tales como la sustentabilidad y la física constructiva. Hoy en día, el arquitecto es mucho más consciente del valor de interactuar con el ingeniero para reforzar sus ideas.

¿Qué consejo le daría a los estudiantes jóvenes interesados en la ingeniería?

La ingeniería ha cambiado totalmente durante los últimos cinco y diez años. Hoy en día, prácticamente todo está relacionado con la reducción de energía y con la protección y mejora del medioambiente. Resulta muy gratificante ser una de las personas clave que se entrega a esto. Quizás no ganemos nunca una fortuna con esta profesión, pero el trabajo está comenzando a recibir el reconocimiento que se merece.

¿Cuáles son los grandes desafíos que tienen por delante los ingenieros?

Pienso que el mayor desafío consiste en convencer a la gente joven de la importancia de esta carrera. La percepción pública del trabajo no se encuentra al nivel de la realidad y esto significa que no existe la cantidad necesaria de personas estudiando ingeniería.

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