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TERESA DE LA PARRA


Enviado por   •  24 de Marzo de 2013  •  4.588 Palabras (19 Páginas)  •  579 Visitas

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¿Cuál era el papel de la figura femenina a principios del siglo XX en Venezuela?

En el siglo XIX en Venezuela, al igual que en otros países latinoamericanos la figura femenina se caracterizó por ser el ama de casa sumisa y fiel. En la historia de la colonización, la figura femenina fue maltratada, humillada, despreciada, utilizada frente a una sociedad que no le permitía tener voz propia, expresar sus ideas y elegir su propio destino

Posteriormente, a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX, el género femenino comenzó a experimentar los inicios de un proceso al que no se imaginaban hasta donde podría llegar; asimismo, los cambios sociales condicionaron el surgimiento de la conciencia feminista hacia la lucha por sus derechos. De ahí que, el movimiento feminista usa poco a poco la cultura para lograr involucrarse hacia la vida universitaria, política y laboral; a finales de esta década la gran revolución fue la irrupción masiva de las mujeres en el espacio público y la lucha por la igualdad con el hombre, con remuneración a la par como “el derecho al voto, la mejora de la educación, la capacitación profesional y la apertura de nuevos horizontes laborales, la equiparación de sexos en la familia como medio de evitar la subordinación de la mujer y la doble moral sexual.”

Breve Reseña Biográfica

Ana Teresa Parra Sanojo, nació en París el 5 de Octubre de 1889. De padres venezolanos, su padre Rafael Parra era Cónsul de Venezuela en Berlín, su madre Isabel Sanojo Ezpelosín de Parra descendía de la vieja sociedad colonial de Caracas por su mentalidad y costumbres.

Para el año 1891, llegan a Venezuela los Parra Sanojo, instalándose en la hacienda de caña “El Tazón”, cerca de Caracas, donde la niña pasa su infancia, pero seis años después su vida cambia al morir repentinamente su padre. En 1900, cuando apenas tenía 11 años su familia decide fijar residencia en Europa. Se instalan en Mislata (Valencia), España, y en 1992 Teresa es internada en el Colegio Religioso Corazón de Godella (Valencia). Fue allí, donde comenzó a expresar su inquietud por la poesía. Asimismo, se dedica a la lectura de escritores famoso como, Guy de Maupassant, Catulle Méndez y Valle-Inclán, quienes ejercieron gran influencia en su formación literaria. De allí que, para 1909, cuando no cumplía 20 años, recibió su primer premio escolar por haber compuesto unos versos para el día de la Beatificación de la Madre Magdalena Sofía Barat.

En 1910, estuvieron de vuelta en Caracas los Para Sanojo. Se instalaron en una casa de estilo colonial, situada entre las esquinas de Torres a Veroes.

Sus comienzos literarios, datan de cuando tiene 26 años con los primeros cuentos, de corte fantástico. Es un hecho lo que ocurrió en sus escritos los cuales fueron publicados en revistas parisinas como: Paris Time, Revue de L’Amérique Latine, entre otras. En vista del éxito que obtuvo, diferentes publicaciones venezolanas se interesaron por su escritura. Así pues, sus relatos aparecen en El Universal y en la revista Lectura Semanal, publicados bajo el seudónimo de Fru-Fru, cuentos como Un evangelio indio, Buda y la leprosa y Flor de loto una leyenda japonesa. En 1920, publica en la revista Actualidades, dirigida por Rómulo Gallegos, su “Diario de una caraqueña por el Lejano Oriente”, basada en las cartas enviadas por su hermana en numerosos viajes. Animada por el éxito alcanzado por sus artículos y cuentos publicados en los periódicos, comienza el Diario de una Señorita que escribió porque se fastidiaba.

Muere el 23 de abril de 1936 en España a los 46 años de edad producto de una enfermedad (tuberculosis) que le arrebato la vida tempranamente

Escritora Teresa De La Parra

Teresa de la Parra fue considerada junto a Rómulo Gallegos una de las escritoras novelísticas más importante del siglo XX en Venezuela. A pesar de que gran parte de su vida fue en el extranjero, supo expresar en su obra literaria el ambiente íntimo y familiar de la Venezuela de ese entonces. De allí que, incursionó en el mundo de las letras de la mano con el periodismo y escribió sus dos grandes novelas (Ifigenia 1924) y (Memorias de Mama Blanca 1929) que la inmortalizaron en toda América. Donde una de sus novelas más conocidas, Ifigenia, expresó el drama de la mujer frente a una sociedad donde no le permitían tener voz propia.

IFIGENIA

Ifigenia: Diario de una señorita que escribió porque se fastidiaba, fue escrita entre 1920 y 1923 y su primera publicación se realizó en 1924.

Ifigenia fue la primera gran novela de la venezolana que marca la madurez del género en las letras del país, fue escrita al terminar la Primera Guerra Mundial. Escrita en forma de diario personal, esta novela que refleja la inconformidad de una joven que no tiene voz propia ni posibilidad de elegir su destino en un mundo que según su definición es un banquete de hombres solos.

La obra abre camino hacia una nueva valorización de la mujer. Es la manifestación, de lo que la misma autora define como: feminismo moderado, en la que la mujer debe conquistar su puesto en el mundo no a través de una revolución sino de una evolución que le permita crecer como ser humano.

En Ifigenia; Teresa de la Parra, se plantea el drama de la mujer frente a una sociedad como aquella a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, la cual no le permitía expresar sus ideas ni elegir su propio destino. El tema central de la obra es "el conflicto continuo que existía entre la nueva mentalidad de las mujeres jóvenes despiertas al modernismo por los viajes, la literatura y la vida real que llevaban, encadenadas por perjuicios y costumbres de otra época".

Finalmente, en la obra de Ifigenia, se puede apreciar la lucha, no sólo de una mujer que intenta hacer valer sus derechos como persona reflexiva y crítica frente a una comunidad, en la que los valores son dictados por el género masculino y que responde, por ende, a los intereses propios del patriarca, sino más bien, es un discurso narrativo, en el que, la autoría femenina pasa a convertirse en una voz que enuncia a la mujer desde su propia realidad.

La obra se divide en cuatro partes, de la siguiente manera:

Primera parte

Una carta muy larga donde las cosas se cuentan como en las novelas.

Segunda parte

“El Balcón de Julieta”:

Capítulo I: Remitida ya la interminable

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