LA IMPORTANCIA DE LA MÚSICA EN EL DESARROLLO INTEGRAL
rosacuro85Trabajo26 de Octubre de 2015
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LA IMPORTANCIA DE LA MÚSICA EN EL DESARROLLO INTEGRAL
Resumen: Diferentes estudios han demostrado que un aprendizaje de la música en la infancia tiene múltiples ventajas en el desarrollo integral del niño.
Dichas observaciones han revelado que el aprendizaje artístico musical mejora las capacidades de los alumnos en diversas áreas como la psicomotricidad, la lectura y la lengua; además potencia otros aspectos psicológicos como por ejemplo la autoestima.
Palabras clave: educación, desarrollo, aprendizaje, música.
Este artículo pretende constatar diferentes teorías que corroboran la utilidad fructífera de la educación musical y explicar el porqué es importante para el desarrollo integral del niño.
El aprendizaje musical en edades tempranas ha sido elemento de estudio no sólo en la disciplina de la educación, también en la disciplina de la psicología; ya que la música ayuda en el desarrollo integral del niño por diversas razones y de diferentes maneras; nos ofrece mejoras y una correcta estimulación en el área cognoscitiva, afectiva, social y motora.
Centrándonos en el área cognoscitiva podemos confirmar que la música ejercita nuestra memoria ya que nos hace recordar y reconocer sonidos, melodías, rimas y frases. También propicia la práctica de la lectura (cuando leemos la letra de una canción), la adquisición de palabras nuevas y la práctica de un idioma, ya sea el idioma materno o uno extranjero.
Además mejora los niveles de concentración, y con esto también los resultados académicos en general. María Victoria (2001) dice:
El desarrollar el oído no sólo sirve para el estudio de la música sino para el resto de su formación intelectual. Suzuki sostiene que un niño que “oye mucho y bien”, que sabe escuchar y discriminar entre distintos sonidos y tonos, capta mejor los mensajes de la escuela, aprende con mayor facilidad y llegará a dominar su idioma antes que los niños no educados musicalmente (pág. 199).
El aprendizaje de dicho arte influye de igual manera en el ámbito afectivo-social.
La música fomenta nuestra autoestima; como afirma María Victoria Casas en su artículo ¿Por qué los niños deben aprender música? (2001):
El trabajo o práctica musical contribuye a la autoestima física, al niño al valorar sus destrezas. En cuanto a la autoestima afectiva, le permite actuar más seguro de sí mismo, ser más alegre, independiente, aceptar desafíos y al reconocer su valor personal, puede ser más tolerante frente a sus limitaciones y frustraciones (pág. 202).
Socialmente, el hecho de formar parte de un conjunto (sobre todo cuando hablamos de corales, orquestas…) nos hace relacionarnos con los demás y fomenta la responsabilidad individual dentro de un grupo.
Por último debemos mencionar la influencia que este aprendizaje artístico tiene en el desarrollo motor de adultos y niños.
La música favorece la expresión de nuestro cuerpo; ya sea dejándonos llevar por los sentimientos que emergen o aprendiendo una coreografía.
Con esta acción practicamos y mejoramos el equilibrio, la lateralidad y el control de nuestro propio cuerpo.
Como dicen José Luis Conde, Carmen Martín y Virginia Viciana (2002), “Las canciones para el desarrollo de las habilidades motrices ayudan a descubrir, conocer y controlar progresivamente el propio cuerpo, provocando que el niño actúe progresivamente de una manera más autónoma (pág. 18).”
Como conclusión, podemos afirmar que hay una relación directa entre el estudio de la música y el desarrollo integral, ofreciendo al ser humano múltiples ventajas para su mejora y perfección de distintas áreas (cognoscitiva, afectiva, social y motora).
Así la música nos ayuda en la lectura, la lengua, mantener la concentración, lograr unos mejores resultados académicos, a la psicomotricidad
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