Pautas alimentacion saludable

1. Dar ejemplo. Los adultos somos los modelos a seguir por los pequeños, quienes nos observan atentamente. Es más efectivo que nuestros propios hábitos de alimentación sean saludables antes que repetir cientos de veces que se tome determinada fruta o que el pescado.

2. Permitir la autonomía y autorregulación. Desde la alimentación complementaria, se recomienda que los pequeños sean quienes decidan qué y cuánto comer, y que ellos sean quienes se llevan el alimento a la boca.

3. Disponibilidad de alimentos nutritivos. Los adultos seremos los responsables de poner a su disposición una oferta de alimentos saludables y equilibrar su alimentación de forma indirecta.

4. Honestidad. Para generar una buena relación con la comida es importante que los pequeños puedan confiar en nosotros. Mostrar los alimentos tal y como son, sin esconder aquello que no les gusta y, por otro lado, sin exagerar “lo bueno que está” lo que queremos que coman, favorecerá un entorno de confianza y aumentará las posibilidades de que nuestros hijos se relajen en el momento de la comida y estén predispuestos a probar nuevos alimentos.

5. Comer en familia. Cuando todos los miembros de la familia están en casa, debemos hacer lo posible para que las comidas se realicen al mismo tiempo. El comer es un acto no solo nutritivo, sino también social y de aprendizaje y tenemos la oportunidad de compartirlo con nuestros hijos.

6. Mantener unos horarios. Tratar de que los horarios de las comidas sean más o menos fijos.

7. Implicar a nuestros hijos en tareas relacionadas con la alimentación. Planificar los menús semanales, lavar una fruta, colocar la mesa, mover una preparación con la cuchara, etc. El adulto adaptará las tareas en función de la maduración o desarrollo de sus hijos.

8. Evitar los dispositivos electrónicos. Es beneficioso que tanto niños como adultos seamos conscientes de lo que comemos, y necesario para poder regular las sensaciones de hambre y saciedad.

9. Respetar, evitar juzgar. Cada persona tiene sus gustos y preferencias, sus sensaciones de hambre y de saciedad. Que los miembros de la familia respeten lo que desea comer cada uno, ayudará a generar un entorno de confianza y una relación saludable con la comida.

10. ¡Disfrutar de la alimentación saludable en familia!

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