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Análisis de la película Fausto de Sokúrov.


Enviado por   •  21 de Febrero de 2017  •  Ensayos  •  2.158 Palabras (9 Páginas)  •  560 Visitas

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FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES
DEPARTAMENTO DE HISTORIA
HISTORIA Y ESTÉTICAS
PROFESOR: DR. GUILLERMO PÉREZ LA ROTTA
ESTUDIANTES: GERMÁN  SUÁREZ, AGUSTÍN CASTRO
[pic 1]

30 de marzo de 2016

Interpretación de la película Fausto de Aleksandr Sokúrov:

     Para una mejor comprensión de la obra fílmica se considera necesario conocer un poco el lugar de enunciación de la obra literaria, Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832)  escribe Fausto en dos partes, la primera que es la que se relaciona directamente con la película, es publicada en 1808 y la segunda publicada póstumamente en 1832, es considerada la obra principal de Goethe y una de las grandes obras de la literatura universal. Fausto se desarrolla en una época contemporánea a la de Goethe (finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX) aunque según Alberto Cousté el mito fáustico se basa en la vida de Johannes Faustus von Heidelberg (1480-1540), en esta época se están dando acontecimientos importantes como el renacimiento y la reforma, además:

Es la época de los grandes viajes y los descubrimientos geográficos: el mundo se ensancha, y la conciencia del hombre se ensancha con él. Durante el portentoso siglo que comprende la última mitad del XV y la primera del XVI se invierte el sentido del pensamiento que predominaba hasta entonces: todo es posible para el espíritu humano cuya especulación idealista no conoce fronteras. (Cousté. 1978. P 211).

En la historia de Fausto se encarna lo que se conoce del diablo, su apariencia perturbadora pero también su personalidad graciosa y traviesa, y su rol como tentador de la humanidad al ofrecer lo que parece inalcanzable: riqueza, fama, conocimiento, placeres carnales, entre otras perversiones (según la religión judeo-cristiana). Análogamente el diablo (monstruoso ser malvado) tiene relación directa con la humanidad teniendo incluso mayor poder que Dios ya que desde la Edad Media se le atribuyen todos los males, corrupciones y desvíos de las sanas y sacras costumbres de las personas, viviendo en constante temor de ser seducidos por el poder del maligno y ser obligados a una vida de castidad y ascesis para ser merecedores de una promesa de salvación del fuego perenne del infierno. Los aspectos anteriormente relacionados se ven reflejados en la constante búsqueda por el conocimiento científico de Fausto en el film, sus ambiciones carnales y su medio para conseguirlos representado en un contrato con Mefistófeles.

     A continuación se pretende analizar las relaciones entre lo divino y lo diabólico con respecto a la representación del diablo y su relación con Fausto, esto  como dialéctica de las relaciones humanas con el diablo y debatir sobre si es el demonio el motor de las acciones humanas.

     En la historia de la humanidad se ha hecho necesario construir jerarquías para que funcione un orden social que normalmente se encontraba relacionado con la agricultura y su producción de pancoger. “Dentro de esta estructura, la función de los dioses era mantener el equilibrio sacralizado, cósmico, entre el hombre y la naturaleza” (Borja. 1998. P 336) y los demonios estaban determinados en la estructura para controlar los excesos de los hombres causando daños en los cultivos (heladas, lluvias, sequías intensas, etcétera).  Desde el auge de las civilizaciones primitivas (hasta las actuales) “ya demonizaban lo que atentaba contra la estabilidad de su estructura cultural” (Borja. 1998. P 338) y los demonios estaban atados a la maldad por la necesidad de explicarla, dándole un sentido moral a la acción destructiva y malévola de los éstos. El imaginario para la construcción de una figura antagónica al de la deidad creadora y benévola con la que se identifican las sociedades humanas es benéfico para “la identificación de la identidad y del sistema de valores morales de cada sociedad… por lo tanto, cuando el enemigo no existe, es preciso construirlo” (Eco. 2013, 2. P 15).

     El demonio cristiano ha sufrido una transformación importante, inicialmente fue un bello ángel caído y con el paso del tiempo adquirió diferentes aspectos zoomórficos con respecto a la imaginería popular y a su depravación moral y por lo tanto deberá ser feo, horrendo, deforme  y repulsivo, de esta manera Cousté citando a Paul Reader asevera que:

Siete son las imágenes zoomórficas del diablo que pueden considerarse clásicas: macho cabrío, león, jabalí, cerdo, mono cuervo y basilisco. “como macho cabrío -nos dice- preside los aquelarres. Como león ataca a los anacoretas del desierto. Como Jabalí atemoriza a la gente del campo. Como cerdo se asegura que acompañó a san Antonio Abad, quien le impuso este castigo al librarse de sus tentaciones. Como mono se convierte en el perpetuo remedador de las obras divinas. Como Cuervo muestra la triste negrura de la muerte y como basilisco causa la muerte del alma” (Cousté. 1987. P 29-30).

Y en el Fausto de Goethe se muestra como un señor correctamente vestido:

Mefistófeles anuncia, por tanto, una tercera metamorfosis del diablo, que en el siglo XX se volverá completamente “laico”; ni terrorífico ni fascinante, infernal en su mediocridad y en su apariencia mezquina pequeñoburguesa, es ahora más peligroso y preocupante porque ya no es inocentemente feo como lo pintaban (Eco. 2013, 1. P 182).

     Ahora bien, En el film Mefistófeles hace su aparición como un hombre acaudalado que con su socio (Mauricio Müller) son prestamistas y en tiempos de escasez de comida tiene la oportunidad de alimentarse en frente de sus hambrientos clientes. Además se niega a prestarle dinero a cambio de un vistoso anillo que es equiparado a la piedra filosofal que no tiene uso práctico ya que los principios alquímicos han sido revalorados y pasados a segundo plano por la comprobación científica, la modernidad ha permitido el cambio del paradigma religioso al científico y racional. En la escena donde Fausto visita al prestamista en su despacho y es rechazado su objeto para empeñar, Mefistófeles afirma que el valor de un alma no pesa una moneda pero el verdadero valor de un humano está en el conocimiento, así el libro que le pide que firme es muestra de la admiración de Mefistófeles por el conocimiento del sabio.

     Después aparece como afirma Eco, como un hombre correctamente vestido, pero conserva características del enemigo con respecto a su terrible hedor y una deformidad física que causa gracia y admiración a sus observadores cuando decide tomar un baño en público, sin genitales pero con una extensión de su columna vertebral en forma de cola. Dejando de lado su representación física se puede observar a un demonio servil, cínico y adulador con las pretensiones de Fausto dándole cierto poder en su relación, esto es consecuente con la definición del Mefistófeles de Cousté: “Mefistófeles: nombre de origen griego que significa “el que no ama la luz”. Servicial, de maneras afables, astutos y comedido, pero también implacable e inmune a toda afectividad” (Cousté. 1987. P 259-260). Esta amabilidad y servilidad son parte de la puesta en escena para captar almas, pero al cumplir cada deseo, no es más que para guiar más a fondo exponiendo los más oscuros matices de las perversiones internas de Fausto, y el gancho para atraer a Fausto es el  nuevo conocimiento que le puede brindar, para esto es necesario sacarlo de su residencia cotidiana y llevarlo a recorrer la ciudad y así conducirlo  a las confrontaciones de su racionalidad con su condición humana, verbigracia de esto es el deseo carnal y lujurioso de Margarita y el asesinato del hermano de ésta.

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