Carnavalito

Introducción a la Musicoterapia

Nosotros entendemos: belleza material y espiritual y de la misma manera, curación material y espiritual. Pues la materia y el espíritu se unen mas allá de nuestras limitaciones, concepciones y el cuerpo y el alma forman, en la vida corriente, una misma unidad viva.

La música, mejor tal vez que otras artes, puede realizar esta doble belleza, esta doble curación. Por su poder curativo, y más por su poder profiláctico, la música contribuye la salud del ser humano. Sus poderes, han sido reconocidos, son sin embargo difíciles de precisar.

La música pierde sus cualidades terapéuticas cuando se deja arrastrar por algunas corrientes actuales, esas corrientes desconocen el valor de las fuerzas vitales humanas que animan la música natural. También podemos decir, después de múltiples verificaciones, que la práctica de la mala música, así como el mal uso de la música, incluso, de la buena puede provocar desorden en la constitución humana. La música puede curar, y también enfermar.

La terapia musical o musicoterapia, deben tener en cuenta el doble aspecto material y espiritual de la música, si otorgamos un valor a la síntesis musical-humana, debemos completarla con el estudio de los elementos que la componen.

El ser humano admite dentro de sí mismo varios dominios esencialmente diferente de la te naturaleza, dominio que se completan y se interpenetran los unos a los otros.

Con el desarrollo de las ciencias que adquirieron un gran impulso desde comienzo del siglo XX, la musicoterapia ha vuelto a cobrar actualidad en la mayor parte de los países occidentales. La música ha estado siempre unida a la magia y a la medicina, Jules Camborieu afirma que la música tiene su fuente en la magia, terapéutico en el cual encontramos pruebas en todos los pueblos primitivos.

El sonido musical, el ritmo en todos sus aspectos, el canto, estaban considerados por los primitivos como los espíritus benéficos que podrían luchar contra los espíritus malignos. Los enfermos eran considerados como poseídos.

Es evidente que la actitud afectiva, religiosa incluso crédula respecto a los fenómenos musicales, tenían gran parte de importancia en los resultados obtenidos, pero esto no quita nada al hecho que la música posea un poder terapéutico real.

En la época de los griegos, Hipócrates, un espíritu más científico comenzó a dar a la música y también entonces a la musicoterapia, bases más naturales.

En la actualidad la música, al separarse de la religión y la filosofía, se ha vuelto autónoma. Por otro parte ha tomado un carácter superficial, material y sirve más que en tiempo pasado, como medio de elevación, de purificación (catarsis).

Agreguemos que la naturaleza misma de la música ha variado de acuerdo a las diferentes razas y a las diferentes épocas. En los periodos de gran civilización

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