El diablito

Escuela de Nivel Medio Superior de Celaya

“EL DIABLITO”

Por Alberto Ramírez Jiménez

Materia: Taller de Lectura y Redacción II

Prof. José Carmen Morales Vega

Mayo 2017

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En agradecimiento a mi mamá Ofelia Jiménez por apoyarme económica y moralmente al aportarme para poder imprimir esto y decirme que me quedara bien mi trabajo.

A mi primo José Luis Rodríguez quien me ayudo dándome ideas para la historia.

Y a mi novia Litzy Alessandra Patiño quien fue quien iba leyendo el avance de la historia y me decía si tenía congruencia o quedaba bien.

¡Gracias!

Una de las experiencias extrañas por las que puede pasar un niño, es el mudarse de casa, me refiero a experiencia extraña puesto que puede ser buena o mala dependiendo de cómo el infante lo tome, en el caso de Astrid una niña de diez años de edad, con cabello largo hasta la cintura de color castaño claro, una chica delicada vestida con un suéter y una falda, su experiencia era fantástica cuando llego a su casa nueva, ella emocionada entra y corre por cada pasillo mientras su hermano menor la persigue, Astrid mientras pasea por su enorme hogar imagina cómo será su vida y las distintas cosas que podrá hacer, al sentir tanta felicidad corre hacia sus padres para abrazarlos y decirles que los ama demostrando su agradecimiento por darle esa vida.

Una vez viviendo ahí, ya pasado algunos meses la familia de Astrid ya no se sentían tan felices como cuando recién llegaron, a Astrid y a su hermano menor no los aceptaban en la escuela, en la casa no cambiaba la situación ya que los vecinos no aceptaban a la familia.

A pesar de que el lugar ya se consideraba como ciudad aún no estaba tan poblada y la mayoría de personas se conocían entre sí, así que todos en esos meses que pasaron se enteraron de la llegada de tal familia, todos les tenían desprecio.

Cuando Astrid y su hermano salían de su casa e intentaban acercarse a otros niños para jugar y divertirse con ellos, pero las madres de estos solían echarles cubetadas de agua sucia a los hermanos como si fueran viles perros, haciéndolos que se fueran sucios y desmotivados a su casa.

También aventaban cosas a su casa y los insultaban mientras les decían que se fueran.

Pasado ya un año, la familia ya estaba acostumbrada  a esa mala vida a pesar de que no sabían la razón del rechazo, la familia era fuerte, se amaban inmensamente.

Un anochecer Astrid estaba jugando en el patio trasero de su casa cuando su madre le llama para la cena, Astrid se demora unos minutos en ir, para cuando decide ir a cenar con su familia como siempre, Astrid se queda petrificada al entrar y ver un pequeño ser de color rojizo con un par de cuernos y además unos ojos azul brillante sobre el comedor en el cual también están su padre, madre y hermano, cada uno en su lugar de la mesa pero no como si estuvieran comiendo si no todos cubiertos de su propia sangre la cual también esta esparcida por todo el entorno, una escena de terror total, Astrid no sabe ni que ver, el pequeño ser rojizo voltea a verla y enseguida huye, Astrid empieza a perder la cordura por esa escena de su familia muerta lo que le provoca pegar un grito de agonía y este la hace caer desmayada.

Después de unos minutos irrumpe la policía en la casa y empiezan a examinar cada cuarto de la casa, no encuentran señales de robo ni de que alguien más este en el lugar, las tres personas sobre la mesa ya habían perdido la vida y la única sobreviviente que encontraron fue a Astrid.

El caso se quedó así, no hubo investigación ya que no era la primera vez que sucedía algo en esa casa, desde hace muchos años aun cuando el lugar era un pueblo se ha creído que la casa esta maldita ya que todos aquellos que viven ahí mueren pero no solo ellos, si no también morían los que convivían con los de la casa, por miedo preferían no acercarse para nada sin si quiera avisarles.      

 Si, esa era la razón del rechazo.

A Astrid la mandaron a otra ciudad a un orfanato, no hacia amigos por dos razones: Ella no hablaba desde la tragedia perdió el habla junto con sus memorias solo recordando su nombre y la segunda razón, simplemente no quería, no le interesaba. Astrid ya era muy seria y tenía una mirada fría. Solo duro un año en el orfanato, ya que llegaron Francis y Verónica una pareja, Astrid ya tenía padres adoptivos.

Todo parecía bien, Astrid era indiferente ante la situación.

La pareja era feliz con su hija adoptiva, le demostraban afecto a pesar de que ella era fría.

Pasaron algunos meses y Astrid cada vez se daba más cuenta de que su nueva familia no era del todo normal, no les interesaba convivir con más personas de las que debían, en ocasiones también eran muy fríos con las demás personas que iban a su casa, y cuando una conversación se tornaba seria le pedían a Astrid que se fuera a su cuarto y algunas veces se oían sonidos muy fuertes, sonidos que ella desconocía a sus doce años de edad.

A veces Astrid encontraba maletines llenos de dinero, se sorprendía bastante, pero la misma forma de ser de ella era la razón por la que sus padres adoptivos la querían, Astrid además de que no hablaba no hacia el intento de contarle a alguien más.

Pero no paso mucho tiempo para que Astrid los descubriera a lo que se dedicaban.

Astrid iba bajando de su cuarto a la sala cuando ve como Francis apunta a la cabeza a una persona de traje mientras esta suplica por su vida,*¡BANG!*  le vuela los sesos y estos salpican sangre a la chica que va bajando.

Astrid no se espanta no dice nada se queda quieta y voltea a ver a su padre adoptivo y este también voltea a verla, ambos sin decir ni una sola palabra, Francis se quita su saco mientras camina hacia Astrid y le ayuda a limpiarse la sangre en silencio total, mientras eso pasa Verónica va entrando por la puerta principal y los ve a ambos.

• Oh oh… -Verónica sorprendida.

Después de una charla larga de la pareja con Astrid, en la cual le contaron todo, hasta la razón de por qué la adoptaron, esta era que querían hacerse ver como una familia normal y al ir al orfanato y ver a Astrid, tan seria y sola creyeron que era la mejor opción, a pesar de que la adoptaron por conveniencia se encariñaron con ella aunque ni por eso eran un poco cuidadosos ya que al final Astrid los termino descubriendo.

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