Intonation Pitch

Entonación:

La búsqueda de la correcta afinación

En la música, el significado de la palabra entonación normalmente se entiende como la medida exacta dela afinación, es decir como la precisión o la perfecta sintonización del sonido. Aunque también se aplica para establecer, por ejemplo, la afinación y el carácter de una obra que está por interpretarse.

Los griegos entendían perfectamente la relación entre la música y las matemáticas, sobre todo con Pitágoras quien, según su sistema obliga a cualquier intervalo a expresarse con una afinación de quintas perfectas. Y esto lo obtenía con la exacta división geométrica de la cuerda de un instrumento musical en dos, tres y cuatro partes iguales, hasta encontrar las doce notas de la escala cromática, definiendo así las series armónicas.

En la música, se aprecia la forma tanto como el color, que motivan a las emociones significativamente, en ese enriquecido y variado universo de temas musicales en los cuales se demanda la expresión de sentimientos por medio de mezclas de armónicos en diferentes balances y matices de tono.

La entonación no es solo un requisito técnico, la relación entre notas es natural solo para esos pocos que tienen, por supuesto, un oído absoluto, aquellos que no requieren de una referencia para identificar o reproducir un sonido correctamente, pero para toda la demás gente que no necesariamente tiene relación con la música, no es tan difícil darse cuenta inmediatamente, por su sensibilidad, si una nota está afinada o no. Muy muy pocos son los que no poseen un oído musical pero aun así, todos ellos pueden desarrollarlo si tienen el deseo y la voluntad para trabajar su problema.

Me parece muy interesante la comparación de los “centros tonales” con relación a un átomo o con el sistema solar. Utilizando a la tónica y a la dominante como polos, por los cuales los demás grados de la escala son atraídos u repelidos. Así, las siete notas de la escala tienen a su primera y a su quinta como puntos neutros fijos.

La segunda es atraída hacia arriba, así como la sexta. La séptima es atraída hacia la tónica. La cuarta es una nota bemol tratando de elevarse, pero se relaja hasta llegar a la quinta o para caer a la tercera. La tercera es sostenida en una escala mayor y bemol en una escala menor.

En una escala menor melódica, la séptima y la quinta se comportan como en una mayor, ascendentes, pero ambas son bemoles cuando descienden. Mientras que en la escala armónica menor, la sexta tiende a ser bemol y la séptima tiende a ser sostenida en ambas direcciones.

Ésta simple idea de fuerzas magnéticas manejando estas relaciones entre notas, se ajusta cada vez que hay una modulación. Entonces un Do no será lo mismo en una escala de C, de Ab, de DbM; ni siquiera es idéntica a un B#. Estos ejemplos visuales pueden ayudar a cualquier persona, incluso a un niño a entender mejor su estudio en un instrumento de cuerda.

Entender esto podría ayudar incluso a estudiantes avanzados a tocar piezas complicadas, pero no le ayudará lo suficiente aún a afinarse para lograr tocarla de manera virtuosa.

En realidad la buena entonación, es bastante simple pero depende bajo el fundamento de la técnica de ambas manos. Cada parte del cuerpo debe hacer su parte. Es importante mantener una buena postura y considerar la relajación de aquellas partes del cuerpo que no estén involucradas.

También debemos tomar en cuenta que las técnicas utilizadas para la enseñanza de la interpretación musical en los instrumentos de cuerda, son diversas. Cada una pueden sugerencias, no reglas, y que debemos considerar cuidadosamente las más adecuadas para lograr nuestros objetivos de afinación.

Una teoría sobre la postura de la mano al tocar, expuesta en un libro de Leopold Mozart, refiere a que el dedo de la mano izquierda, cuando se eleva, debe levantarse inmediatamente por encima de su nota, la punta del dedo debe estar a la misma distancia de la parte posterior de la mano, la forma de dedo debe mantenerse, sin doblar otras articulaciones u otros dedos. La caída del siguiente dedo a utilizar debe ser directamente encima de la nueva nota.

Para lograr esta acción, hay varios requerimientos: El brazo izquierdo desde el codo hasta los nudillos, visto desde un lado, está posicionado normalmente en línea recta, excepto cuando implique alguna figura o estiramiento en particular.

De esta manera, el codo se mueve bajo el violín, más o menos a la altura de la mano izquierda y las cuerdas, de una manera similar a la del brazo

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