La radio

TIC TAC

Eran las once y media de la mañana. La radio hablaba sin que nadie le preguntara nada. Teresa se encontraba realizando las tareas hogareñas, ya estaba cansada pero tenia que seguir y terminar de una vez por todas, le pagaban por eso y debía cumplir con todo tal como se lo ordenaban. Esta vez parece que terminaría antes del mediodía, sólo le quedaba limpiar los vidrios de la lujosa puerta frontal, y después sí, a descansar.

Pero como en esta vida no todo sale como uno quiere, recordó que su patrona le había pedido que retire a su hijo Tomas del colegio, pues ella tenia que asistir a una reunión muy importante y si no iba le costaría su empleo. Tomas tenía 5 años, y con esa edad se preocuparía si nadie lo estuviere esperando a la hora de salir de la salita azul que, según su madre, era su lugar preferido en el mundo.

Eran las doce menos cuarto cuando Teresa cerró la puerta y se dirigió a la escuela. Tenía seis cuadras por caminar y según sus cálculos al paso que iba llegaría allí casi cinco minutos antes.

Llevaba diez pesos en el bolsillo y una sed irresistible. Entró a un supermercado que estaba a tres cuadras de su destino y compró una botellita de agua, perdió allí dos minutos que no estaban en sus cálculos.

Doce menos cinco, dos cuadras por caminar. Acelero el paso.

El edificio escolar se encontraba sobre la avenida. Teresa bajó a la calle. Al otro lado vio a Tomy, que miraba para todos lados sorprendido y un poco asustado porque su madre no se encontraba allí; lo que no vio fue el colectivo y el chofer del colectivo tampoco a ella.

La radio seguía sonando, la música terminó, y al fin un locutor no mintió. Una chica de 20 años había sido arrollada por un colectivo en la avenida 9 de Julio.

...