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Por Tu Amor


Enviado por   •  13 de Noviembre de 2013  •  521 Palabras (3 Páginas)  •  223 Visitas

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CAPÍTULO XX – SITUACIÓN INESPERADA

Gustavo finalmente no aguantaría la sorpresa que le generara, el enterarse de la realidad sobre la paternidad de Horacio y terminaría muriendo a causa del agravamiento de su enfermedad, producto de la fuerte emoción recibida. Horacio se sentía devastado por lo sucedido, ya que este desenlace lo ponía automáticamente al frente de la familia de la que por cierto, desconocía que no era originario. Perla por su parte, tuvo una jornada cargada de dolor y su joven humanidad no pudo resistir el doble golpe que le generara el alejamiento de Diego primero y la muerte de su padre después. Mientras tanto, Babi no sabía qué hacer. Se sentía muy culpable por lo sucedido. Las últimas palabras de Gustavo, le dieron la pauta de que se había enterado de la realidad sobre la paternidad de Horacio, por lo que se sentía responsable de la muerte de su esposo y la culpa la mortificaba.

La situación parecía moverse al compás de una broma macabra del destino. Un día estaban de festejo y al día siguiente estaban velando a Gustavo. El ambiente pasó de la más agradable fiesta, al velorio más doloroso en una fracción de segundos. Mucha gente se acercó a la mansión para despedir a Gustavo y acompañar a su viuda y sus hijos. Andrés y Valentina permanecieron juntos durante todo el día en la mansión, acompañando a la familia. Valeria y su madre Katina hacían lo propio, acompañando fundamentalmente a Perla, quien no tenía ganas de seguir viviendo. Tras todo ese tiempo acompañándolos, Valeria le comunicó a Perla que debía irse:

- Perla, lo siento, pero debo marcharme.

- No me dejes amiga. No estoy bien.

- Yo tampoco me siento bien. Te prometo que volveré y me quedaré contigo todo el tiempo que sea necesario.

- Lo voy a extrañar demasiado – dijo Perla rompiendo a llorar.

- Es tu padre Perla. Es comprensible. – dijo Valeria reasumiendo su rol contencioso. Tras esa despedida, Valeria y Katina volvieron a su casa.

Mientras todo eso sucedía, Diego se había encerrado en su casa, sin saber nada de lo que había ocurrido. Estaba destrozado y no tenía el más mínimo gramo de voluntad para continuar. Ahora sí tenía un motivo valedero para rendirse. Estuvo así todo el día. No desayunó, ni almorzó. Tampoco le permitió la entrada a su madre en su alcoba. Se mantuvo así todo el día, tragando de a poco ese dolor que le provocaba, el creer que había perdido a Perla para siempre. El día pasó y a la tarde Valeria fue a visitarlo:

- ¿Piensas quedarte ahí toda la vida?

- Lárgate Valeria. Déjame solo.

- ¿Quieres dejar de ser tan egoísta y pendejo?

...

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