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Encuentra A Tu Verdadero Amor


Enviado por   •  6 de Mayo de 2012  •  6.129 Palabras (25 Páginas)  •  636 Visitas

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Encuentra a tu Verdadero Amor

Pautas bíblicas para elegir a tu pareja

(Ediciones Mensaje de Paz)

Autor: Eliseo Zúñiga

Una decisión muy importante

Todos tenemos que tomar decisiones muy importantes en la vida; decidir por ejemplo, donde viajar en las vacaciones. Alguien que desea comprar un automóvil, tendrá que decidir la marca, el modelo, el tamaño, el tipo de motor, etc. Un joven tendrá que decidir qué carrera o profesión va a estudiar. Cada día tomamos decisiones, sean grandes o pequeñas, sean de mucha o poca importancia; hay decisiones que, si las tomamos mal, traen lamento por el resto de la vida. Todos deseamos tomar buenas decisiones, y hay decisiones en las cuales no podemos equivocarnos.

Existen dos decisiones que toman mayor trascendencia sobre todas las otras decisiones de la vida. La primera es aceptar por la fe a Jesucristo como Señor y Salvador personal. Ésta es la única manera como se puede recibir el perdón de pecados y la salvación del alma. La Biblia afirma que cada ser humano está bajo la condenación de Dios por causa de sus pecados, pero que Jesucristo murió como sustituto por el pecador. Entonces cuando una persona reconoce lo que Jesucristo hizo a su favor y se apropia de la oferta de Dios de otorgarle una salvación gratuita y eterna por medio de la fe en Jesucristo, la persona se beneficia con el gran regalo de Dios (Juan 3:16; 5:24). Esta decisión trasciende el tiempo y cambia el destino eterno de su alma.

La segunda decisión más importante de la vida es la elección de la persona que será la esposa o el esposo. Ésta decisión afecta por el resto de la vida.

Para la primera decisión, la Biblia ofrece muchos concejos, y los predicadores se esfuerzan por persuadir a las personas a confiar en el Señor Jesucristo. Para la segunda decisión, la Biblia también tiene valiosos consejos. Los conceptos de las personas sobre éste tema no siempre son claros ni concretos, por lo cual hay que tomar la Palabra de Dios como base fundamental para escoger con quien contraer matrimonio.

Aunque son muchos los concejos que se podrían ofrecer, a continuación presentamos cinco principios que son una recopilación de material sobre el tema. Se usan para orientar a jóvenes cristianos que necesitan tomar la decisión tan importante y prioritaria como es elegir al compañero o compañera de la vida.

El primer principio que se debe tomar en cuenta es:

Asegurarse de que el/la novio (a) sea verdaderamente un (a) discípulo (a) de Cristo

Este principio es como el fundamento para los otros principios, pues si no se cumple éste, no tendrán valor los demás.

Aquí surge la pregunta ¿cómo se puede saber si la señorita o el joven es un genuino discípulo de Cristo? ¿Cuáles son las características de una persona que sigue con todo su corazón al Señor?

Algunas pruebas que se deben considerar son:

1. ¿cuál es su relación con Jesucristo? un verdadero deiscípulo confía en el Señor Jesucristo como su único Salvador. Lo reconoce como Señor o dueño de su vida, y su único anhelo es honrarle con sus pensamientos, con sus actitudes y con sus actos (Hebreos 12:28).

2. ¿Cuál es su actitud hacia el pecado? Considera el pecado como ofensivo a Dios y por lo tanto busca todos los medios posibles para combatir y evitarlo, y lo confiesa continuamente (2 Corintios 7:1; 1 Juan 1:8-9; 3:3).

3. ¿Cuál es su actitud hacia el mundo? No ama al mundo, porque sabe que el amor del Padre no está en el mundo (1 Juan 2:15).

4. ¿cuál es su relación con las personas? Como discípulo de Jesucristo ama a sus hermanos (Juan 13: 34-35). Esta es la marca de un verdadero discípulo de Cristo.

5. ¿Cómo considera a la Biblia? Como la Palabra de Dios, como el alimento espiritual, sin la cual no podría vivir una vida rebosante y agradable a Dios. (Mateo 4:4; Salmo 19:7-11).

6. ¿cómo considera su vida en éste mundo? Como una breve oportunidad para cumplir con el propósito de Dios. No vive para si mismo sino para aquel que murió y resucitó por él (Romanos 14:7-8; 2 Corintios 5:15). Todo lo que hace, aún la carrera que elige, está sujeta a ésta visión de la vida.

7. ¿Qué piensa sobre la vida futura? Confía que su destino eterno descansa en Dios, porque depende de la obra en que el Señor Jesucristo hizo en la cruz como su sustituto (Filipenses 1: 21-24).

Surge otra pregunta: ¿Por qué es necesario que tenga que elegir a un (a) discípulo (a) verdadero (a)?

Sencillamente porque la palabra de Dios es categórica al decir: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?” (2 Corintios 6:14).

El matrimonio es una unión no solo física, sino también social, emocional y sobre todo espiritual; por eso no podría tener éxito si está conformado por dos personas que no sean convertidas verdaderamente a Cristo. Pero siendo ambos discípulos de Cristo, tendrán comunión con Dios y por lo tanto dependerán de Dios y encontrarán los medios para sobreponerse a las dificultades y contratiempos que sirgan en su matrimonio.

Se oye decir que cuando una persona se enamora, se vuelve sorda y ciega; que no escucha concejos ni ve los defectos de la otra persona. Pero al oír el consejo de Dios a través de este principio, puede librar a las personas de muchos dolores y angustias. Uno de los errores más graves que un creyente puede cometer es no oír el consejo de Dios y seguir con la decisión equivocada de elegir una persona no convertida como compañera de la vida.

Una joven convertida le contó a un predicador que un joven profesional, muy respetuoso, simpático y bien acomodado, le había pedido la mano. Ella estaba dispuesta a aceptar la petición, porque le gustaba el joven y pensaba que con el tiempo podría conducirlo a Cristo. El predicador le pidió a la señorita subir a su escritorio, le dio la mano y le pidió que ella tratara de subirle; por supuesto la muchacha no logró subir al predicador sobre el escritorio. De pronto el predicador, de un tirón, sacó a la muchacha de la mesa. Con ésta experiencia la joven comprendió que era mucho más fácil que el joven la apartara del Señor, en vez de que ella lo acercara a Cristo. Entonces decidió no aceptar la oferta del joven; ya que la Biblia nos dice que no debemos unirnos en yugo desigual. Así que, la elección de un cónyuge cristiano es de primordial

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