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JUAN BAUTISTA MAINERO “EL VIEJO MAINERO”

El Italiano Juan Bautista Mainero y Trucco nació en 1831, en Pietra Ligure, provincia de Génova (Italia). Importante empresario en la historia regional de la costa caribe colombiana, de Antioquia y del Chocó. A pesar de que estuvo radicado en el país por más de setenta años, nunca adquirió la nacionalidad colombiana.

"El viejo Mainero" (como lo llaman los cartageneros contemporáneos) o Trucco (como lo nombraron en Antioquia), fue el segundo accionista en importancia de El Zancudo, también empresario colonizador en el suroeste antioqueño y en el oriente chocoano, concesionario de la construcción del camino de Bolívar (Ant.) a Quibdó, de la ferrovía de Bogotá a Girardot (Cundinamarca), y de los correos por buques de vapor entre el estado de Bolívar, Antioquia y Cundinamarca; traficante de maderas, oro y platino en el Chocó, cultivador de Tabaco en Bolívar (Ant.), empresario individual de las minas de La Unión y La Bramadora, ganadero y propietario de varias de las haciendas más ricas de Bolívar (Santa Catalina, Santa Rosa, Turbana y Mamonal, entre otras); rematador de rentas, fundador y el mayor accionista del Banco de Cartagena y el principal especulador e inversionista en propiedad raíz que tuvo la costa caribe en el siglo pasado.

Mainero trabajó con constancia desde su llegada a Colombia; así pudo formar un modesto capital en los almacenes que acreditó y consolidó rápidamente en Cartagena. A partir del decenio de 1850 expandió la frontera de sus negocios a Panamá, Chocó y Antioquia.

La inversión más importante de Mainero en Antioquia fue la compra en 1863, a la casa comercial y bancaria de Restrepo y Cia, de 5/28 partes de la Hacienda de Fundición de Sabaletas, e igual cantidad de acciones en la mina del Zancudo. Después de esta transacción, Mainero adquirió “fama de millonario” entro los negociantes antioqueños.

Frente a la política regional y nacional tuvo una participación muy escasa, tenía un pensamiento cimentado en el puro liberalismo de línea anticlerical, por lo cual el calificativo en Cartagena de “liberal comecuras”. Es posible que su vinculación a la masonería en donde fue por muchos años Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo Masónico Neogranadino, lo alejara más del clero y de la iglesia.

Mainero era robusto y pequeño de estatura. Tuvo fama de tacaño, a pesar de que dio múltiples muestras de generosidad, como lo fue el Corralón de Mainero, para alojar pobres a precios muy bajos, y cuyas numerosas habitaciones poco a poco se convirtieron en lugar de residencia y trabajo de zapateros, carpinteros, albañiles, lavanderas y otros artesanos de la ciudad.

Por último, se resalta en Mainero su interés por el desarrollo de las comunicaciones y los transportes, interés que compartió con todos

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