A Puro Pulso. Ajenos a la realidad

Ajenos a la realidad

Como si fueran de otro mundo, como si fueran ajenos a nosotros, como si su realidad no nos tocara, eso era y es actualmente para muchos de nosotros como bogotanos la localidad y la gente en general de Ciudad Bolívar.

Ciudad Bolívar es la localidad N° 19 de Bogotá y está ubicada al sur de la ciudad. La componen más de 30 barrios entre los cuales se destacan Luis Carlos Galán, Santo Domingo, El Espino, Altos de Casucá, entre otros. Menciono a estos en particular ya que para mí son de gran importancia debido a su componente social.

Por lo general, los bogotanos tendemos a estigmatizar la localidad de Ciudad Bolívar y a tacharla por una zona insegura, peligrosa y de extrema pobreza. Pero, ¿Cuantos de los que le hemos dado estas apreciaciones, hemos ido a tocar su realidad y ver lo que realmente pasa allí? Sin lugar a dudas pocos, ya que nos centramos en una dimensión objetiva, en donde lo que dicen las mayorías vale y en donde somos consientes que la problemática está allí pero no hacemos nada, pero mas que una dimensión objetiva seria muy interesante trascender y centrarnos en una dimensión subjetiva en donde seamos parte de las problemáticas que se presentan allí, pero más que eso, en donde seamos constructores de nuevas oportunidades.

Esta localidad tiene un sin número de problemáticas que están afectado el campo social, cultural, territorial y además están perjudicando la salud de quienes viven allí. Estas problemáticas las trataré a lo largo de este documento, teniendo en cuenta que me centraré específicamente en los barrios nombrados anteriormente.

El territorio, la infraestructura, el tipo de terreno y el espacio, son algunos de los elementos necesarios para tomar la decisión de construir una casa en un lugar determinado. Para muchos de nosotros es lógico y creo que ninguno construiría su vivienda en un espacio vulnerable en donde en un abrir y cerrar de ojos se pudiera ir al piso. Pero es muy diferente cuando por necesidad se tiene que vivir en donde halla un espacio por mínimo que sea. Éste es el caso de los desplazados. Muchos de ellos llegan a Bogotá porque han tenido que salir de sus casas huyendo, y al llegar al terminal lo que les recomiendan es ir a Ciudad Bolívar y efectivamente, allí llegan con una mano adelante y otra atrás a construir a lo mejor un cambuche, con paredes de polisombra y tal vez algunos pedazos de escombros que sirvan como techo. Estos casos son más repetitivos de lo que parece, hasta el punto que formar caseríos en donde habitan unas cuantas familias que buscan refugio como ocurre en el barrio El Espino.

¿Que garantías tienen los habitantes de barrios como El Espino y Santo Domingo de salir adelante y buscar una mejor vida? Muchos de ellos, por no decir todos, no cuentan con un trabajo estable, algunos son recicladores o viven del rebusque debido a esto es sorprendente como pueden vivir con escasos $2.000 diarios.

La vida en estos barrios no es nada fácil, diariamente hay muchas lomas que recorrer para llegar a la vía de Santo Domingo, a lo mejor la más cercana, para poder comprar algo de comer o para salir de la localidad. Esta vía es la única pavimentada en los alrededores, en donde pasan buses frecuentemente y en donde encontramos el mercado de lo usado.

Es claro que ciudad bolívar está ubicada en una montaña y que el terreno no es apto para construir. Posiblemente los actuales habitantes de estos barrios no este exentos de vivir lo que ocurrió hace aproximadamente 10 años en el barrio El Espino, en donde un derrumbe acabo con casi el 60% de las casas y las que quedaron en pie los propietarios las destruyeron y vendieron los escombros como material de construcción.

A veces teniendo lo necesario nos quejamos, pero no somos capaces de ver que hay gente que vive en espacios deplorables en donde no tienen cerca ni siquiera un hospital o un colegio

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