Administración en Finanzas y Negocios internacionales

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“Las habilidades gerenciales se desarrollan en aquel, quien siempre cumple su misión.”

El que sabe qué hacer y ser, sabe dónde está; y el que no, por lo menos que se disponga a intentar…Tal como pasa en la vida salvaje que a los elefantes les cuesta intentarlo y adaptarse mientras que las cucarachas a todo sobreviven, del mismo modo quienes quieren dirigir o dejarse dirigir deberán enfrentarse al reto de imitar las lecciones de habilidades que Rowan de “Una Carta a García” demostró, no solo para gerenciar o trabajar sino en realidad para la practicidad de una vida diaria inolvidable y persuasiva. Así pues, bajo el eslogan que las empresas venden en la actualidad de flexibilidad, dinamismo, prontitud  y ante los nuevos modelos y retos que se enfrentan diariamente los y no gerentes, los cargos serán, obviamente, ocupados por personas que mejoren su posición de asumir la responsabilidad  de hacer que las cosas sucedan, a buen ritmo y en un ambiente que procure un idóneo relacionamiento entre la parte interna y externa de la empresa, en miras a templar el ser integro de éstos para el deber y por supuesto el éxito de la empresa.

Entonces, pues ¿Cuáles son las habilidades gerenciales, que, en base a “La  Carta a García”, se deben implementar en la actualidad? En primera instancia La disposición, pues quien acepta retos aunque no sepa cómo halla ideas, soluciones y estrategias para cumplir el plan u objetivo o meta que se le propone, con prontitud y excelencia, dejando a un lado pretextos y enfocándose en invertir tiempo y recursos en el propicia miento efectivo del éxito. En  este sentido, los gerentes no deben ser como vasos que se dejan llenar, sino más bien nunca dejar de ser  fuego que se enciende, dado que, es mejor que nunca dejen de aprender a creer haberlo aprendido todo. Ante lo anterior, es necesario, hacer una pausa y aclarar que, para llegar a una disposición a priori y no impuesta, un gerente más que productivo deberá  ejercer en sus labores  amor, eficiencia e innovación, pues  como Rowan no solo debe decir sí ante retos como el propuesto, sino también, entregar la carta y hacerlo bien, con pasión, sujetándose a su autoridad, limitaciones, fortalezas y sobre todo a las oportunidades.

Por otro lado, las empresas necesitan gerentes y trabajadores capaces de implementar la iniciativa en sus puestos de trabajos; pues los jefes “tibios” nunca contagiaran a los empleados a la pronta terminación de sus trabajos y por tanto estos últimos no demostraran una “euforia” de querer hacer lo mejor, ni mucho menos ser los mejores, por lo que en vez de existir un proactividad en el ambiente laboral, la mediocridad vendrá a ser la regla general.

Asimismo, todo gerente debe proyectar seguridad y confianza a sus trabajadores; dado que mediante el liderazgo efectivo, que impregna de la mano a la autoridad y dirección, éste asignará trabajos y responsabilidades de manera correcta, en este caso asumir el papel de McKinley, cuyo acierto  no fue más que estar tranquilo de saber con quién contaba en el cargo, para desarrollar la tarea asignada,  sin temor a escuchar los tan temidos: ¿¡No hay!? ¿¡No sé!? ¡No se puede! Por lo que en el desarrollo del ejercicio de las actividades, todo gerente deberá estar  presto y preparado de ser capaz de bien utilizar sus herramientas teórico - prácticas en la realidad, demostrando el empoderamiento de su saber, ser y hacer en las decisiones que constantemente tendrá que afrontar en la administración de resultados.

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