Argumento Contra Corporaciones

Las corporaciones se enfocan principalmente en la utilidad, es decir en ofrecer al cliente un producto o servicio de calidad para que éste lo adquiera; sin embargo, no le brindan importancia al proceso de desarrollo de dichos productos o servicios, afectando directamente los aspectos ambiental, económico y social en cualquier lugar en el que tengan influencia.

Dentro de los procesos de desarrollo se ven afectados principalmente el medio ambiente, con el consumo de los recursos naturales del planeta, ya que todo producto o servicio lleva inmerso en su cadena de valor el consumo de dichos recursos, y el ámbitos social, porque a pesar de que llegan a brindar empleos, en las grandes corporaciones se ha buscado disminuir costos en la mano de obra, propiciando la trata de personas y esclavitud.

A partir del auge del capitalismo, aproximadamente 4 décadas atrás, las empresas han buscado satisfacer las exigencias del consumidor a toda costa, implementando procesos de producción que brinden resultados para dicho consumismo, claro ejemplo de esto en la industria alimenticia, donde los niños son la principal mano de obra a explotar.

Actualmente, y a pesar de los intentos de urbanización, muchas regiones de África carecen de infraestructura adecuada para su población, así como caminos que las conecten con el mundo exterior, causando que la regulación de la trata de personas y la erradicación de la esclavitud sean metas aún muy lejanas, y por el contrario, convirtiéndolas en actividad común.

Hoy en día, cerca del 60% de la producción mundial del cacao proviene de África Occidental, región en la que aproximadamente 1.8 millones de niños laboran dentro de los campos de cacao, principalmente de Costa de Marfil y Ghana. Empresas como Mars, Ferrero, Cadbury, Nestlé y Hershey’s tienen influencia directa sobre este abuso infantil.

La información mencionada con anterioridad sustenta la necesidad de las grandes corporaciones a conseguir mano de obra a bajo costo para poder satisfacer las exigencias del consumidor, el cual muchas veces no es consciente de la cadena de valor del producto final.

Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos realizados por la OIT y organizaciones no gubernamentales, las empresas miembro de la Fundación Mundial del Cacao y el Consejo de la Asociación de Confiteros no han ayudado a cumplir los objetivos planteados en el Protocolo Harkin-Engel sobre la eliminación de las peores formas de trabajo infantil, ya que a más de 10 años de firmar el documento, informes de Suiza y Estados Unidos comprueban que las corporaciones chocolateras poco han hecho para cumplir el protocolo y que varios aspectos incluso han sido olvidados. El presupuesto conjunto de Mercadotecnia de Mars, Ferrero, Cadbury, Nestlé y Hershey’s es de 8,500 millones de dólares aproximadamente, de los cuales sólo se han invertido 2 millones para llevar a cabo un proyecto contra el trabajo infantil en

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