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Efecto Tango

lugelina17 de Septiembre de 2013

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Introducción 1

Antecedentes 2

Situación económica entre 1998 y 2001 3

Diciembre de 2001 y el corralillo 4

El estallido 5

Causas de la crisis 6

Consecuencias 8

Impacto 9

Denominación 10

Conclusión 11

Introducción

El estudio de finanzas internacionales nos lleva a tratar de entender cuál es el papel que cada uno de los países juega dentro de una economía global. Los años noventa fueron una época de enfrentamientos y devaluaciones en Latinoamérica, la economías se vieron sobre devaluadas por varios fenómenos y terminaron por colapsar, y aunque no es bueno generalizar, las economías más poderosas de América Latina se vieron envueltas en crisis económicas que terminaron por afectar no solo la situación continental sino un eco global de que aun en estos recién se comienza a entender las razones de lo sucedido.

Aun suena en os ecos de los gobiernos Latinoamericanos los errores cometidos en los noventa y más que una decisión gubernamental, son externalidades de falta de proyectos políticos a largo plazo, o por la ausencia de verdaderas políticas de desarrollo.

Argentina que junto con Brasil son las dos económicas más representativas del sur, sufre a un la sombra de una crisis producto de una sobre oferta provocada por un proteccionismo gubernamental y por la falta de planeación de desarrollo.

Por obvias razones los acontecimientos sucedidos fueron nombrados como el efecto tango. Argentina se encontraba bajo una situación que no provocara otra cosa más que el colapso y su bien se puedan tomar acciones estas solo servirían para menguar los efectos pues resultaba casi imposible, algunos expertos como el Maestro Ricardo Plasseron, enuncian el efecto tango como una combinación de malos factores “el increíble gasto público que el gobierno argentino empleaba para solventar algunos gasto, así como la deuda con el club de Paris y otros países, provocaba el considerar a la Argentina como un lugar seguro para la inversión mientras estas políticas duraban, cuando el endeudamiento se incrementó demasiado y ya no se pudo más lo que provoco fue que los tenedores de bonos de duda, perdieron confianza en la economía y finalmente que los inversionistas comenzaran a retirar capitales.

Antecedentes

La crisis Argentina generada por su deuda externa, la cual se triplico a partir de 1990, pasando de 50.000 millones de dólares a 155.000 millones, representando más de la mitad de lo que el país produce en un año. En el 200 debían pagar intereses de la deuda externa de 278.831 millones de dólares y en 2001 11.200 millones; es decir, el doble del déficit fiscal que para el 2001 se esperaba en 6.500 millones. Lo anterior debido a que los gastos del Estado que aglomera el país: nacional, provincial y mundial, representan cerca de 100 mil millones, más de un tercio de lo que el país produce en un año. Este gasto se refleja por la alta evasión de impuestos que se acercaban al 50%, o sea, 25.000 millones de dólares al año. El alto riesgo generado por la deuda Argentina donde los precios en el 2001 fueron en junio del 0.7%; una deflación pronunciada desde marzo de 1999; la producción de autos cayó un 12.4% y el paro llegó a la histórica cifra del 16.5%, derrumbamiento de la bolsa de valores en una cifra record de riesgo por encima de los 1.600 puntos, esto quiere decir que Argentina debe pagar intereses que son 16 puntos más altos que los que paga el tesoro de Estados Unidos, es decir más de un 20% en dólares, todo esto acompañado de una recesión de tres años, provocando un desempleo del 16.4% un subempleo del 14%. La crisis Argentina afecto primero a la economía brasileña que durante las dos primeras semanas de julio la moneda brasileña cayó, continuada y descendentemente frente al dólar, gastando Brasil casi 2.000 millones de dólares hasta julio del 2001 en un intento por frenar la devaluación que en el primer semestre llego al 25%. Después comenzó en Europa. Empresas como telefónica, banco de Bilbao Vizcaya Argentina o Banco Santander Central Hispano, con importantes interés abonados en Argentina vieron como en julio de 2001 sus valores bajaron en la cotización de la bolsa de Madrid. Con rumores cada vez más pesimistas como la dimisión de Fernando Rúa, después la dimisión de Cavallo que pensó que tras conseguir una refinación de los pagos de la deuda la situación podía salvarse, el procesamiento del ex presidente Carlos Menem, el desempleo y la devaluación. A pesar de ello, las presiones encaminadas a alejarse a un déficit cero sería única solución para Cavallo. La crisis de diciembre de 2001 en Argentina fue una crisis financiera y política generada por la restricción a la extracción de dinero en efectivo de plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorro denominada Corralito (restricción de la libre disposición de dinero en efectivo de plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorros impuesta por el gobierno de Fernando de la Rúa en el mes de diciembre de 2001), que causaron la renuncia a la presidencia de Fernando de la Rúa el 20 de diciembre de 2001, y llevaron a una situación de acefalía presidencial. La mayor parte de los participantes de dichas protestas fueron auto convocado, que no respondían a partidos políticos o movimientos sociales concretos. Su lema popular fue: "¡Que se vayan todos!". En los hechos murieron 39 personas por las fuerzas policiales y de seguridad, incluyendo 9 menores.

Situación económica entre 1998 y 2001

El gobierno de Fernando de la Rúa había asumido en 1999 en medio de una época de recesión, en parte favorecida por la Ley de Convertibilidad, vigente desde 1991, que fijaba la paridad del peso de Argentina y el dólar estadounidense. Si bien dicha política económica había resultado efectiva durante los primeros años del gobierno de Carlos Menem, a partir de 1997 comenzó a demostrar sus falencias. Para mantenerla saludable, se necesitaba el ingreso de divisas. En un principio, éste fue equilibrado por los ingresos a partir de las privatizaciones de empresas estatales y las pérdidas que estas ocasionaban. No obstante, cuando ya no ingresó el dinero suficiente al país, debido principalmente al bajo precio internacional de los granos, éste debió refinanciar su deuda a intereses más altos para mantener la ley.

De la Rúa había decidido mantener la ley, tal como fue prometido en su campaña electoral, lo que provocó que la situación financiera fuera cada vez más crítica, aplicándose medidas como el blindaje o El Megacanje, que consistían en endeudamiento exterior.

La inestabilidad económica se percibía por los constantes cambios en el Ministerio de Economía, pasando por él José Luis Machinea (1999 -marzo de 2001), Ricardo López Murphy (marzo - abril de 2001) y por último Domingo Cavallo, que ya había sido Ministro de Economía entre 1991 y 1996 y que había impulsado la Ley de Convertibilidad. En aquel entonces Cavallo era visto como una gran alternativa, ya que había sacado a Argentina de la hiperinflación de 1989 - 1991.

La crisis llegó a un punto insostenible el 29 de noviembre de 2001, cuando los grandes inversionistas comenzaron a retirar sus depósitos monetarios de los bancos y, en consecuencia, el sistema bancario colapsó por la fuga de capitales y la decisión del FMI de negarse a refinanciar la deuda y conceder un rescate.

Diciembre de 2001 y el corralillo

Para contrarrestar la fuga de capitales, que ascendió a 81.800 millones de dólares, el 2 de diciembre se emitió un mensaje en Cadena Nacional donde Cavallo anunciaba la nueva política económica, que introdujo restricciones al retiro de depósitos bancarios, denominada popularmente como Corralito. En un principio la medida dictaba que el ahorrista sólo podía retirar 250 pesos cada semana, y que la medida duraría 90 días, sin embargo se podían hacer pagos con cheques.

La reacción popular fue muy negativa, especialmente la de la clase media, (teniendo en cuenta que la cifra de la restricción de retiros de 1.000 dólares mensuales era superior a los ingresos de la mayoría de la población) por lo que la crisis económica también desembocó en una crisis política. Durante todo diciembre hubo protestas, aunque la protesta masiva más importante estallaría los días 19 y 20 de diciembre. La posición de la Rúa se tornó inestable. Un intento de mediación entre la oposición y el gobierno a mediados de diciembre por parte de la Iglesia Católica fracasó. Entre el 16 y el 19 de diciembre se produjeron saqueos a supermercados.

El estallido

El 19 de diciembre de 2001 hubo importantes saqueos a supermercados y otra clase de tiendas en distintos puntos del conurbano de la ciudad de Buenos Aires. Esa noche el presidente De la Rúa decretó el estado de sitio, y posteriormente en la ciudad de Buenos Airessalieron cientos de miles de personas a la calle a protestar contra la política económica del Gobierno que había establecido un límite a la extracción en efectivo del sueldo con el objeto de bancarizar la economía y mantener recursos dentro del sistema financiero (que había padecido una importante corrida en las últimas semanas). Muchas protestas se llevaban a cabo golpeando cacerolas, por lo que se las denominó Cacerolazos.

Se sucedieron también protestas durante la madrugada del 20 de diciembre, frente a la casa del Ministro de Economía Domingo Cavalloy en la Plaza de Mayo, que fueron reprimidas. A pesar del estado de sitio decretado por De la Rúa, las calles de Buenos Aires y de otras ciudades del país se llenaron de protestas. En la madrugada renunció el ministro

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