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Tipos De Empresa En La Historia


Enviado por   •  12 de Febrero de 2014  •  1.448 Palabras (6 Páginas)  •  421 Visitas

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En la historia del Occidente europeo las empresas han atravesado dos etapas fundamentales, la capitalista, más cercana, y la anterior, difícil de definir con una sola palabra (precapitalista, medieval, tradicional, etc.…). La separación entre ambas etapas es difícil también de señalar. No depende sólo de la cronología, sino del ambiente político y jurídico y de los valores culturales que dominen en un determinado tiempo y lugar. Así, en plena Edad Media, hay actividades bancarias con muchos rasgos capitalistas10, mientras que en los siglos XIX y XX hay empresas artesanas y sectores de rígido corporativismo. En la historia es muy difícil encontrar situaciones puras, y la caracterización de una época viene dada por el predominio, en cuestiones sociales relevantes, de un determinado factor. Hechas estas salvedades, digamos que esas dos formas de empresas mencionadas han vivido -a veces, convivido-, en tres sociedades diferentes:

a) La sociedad feudal, que preside la primera expansión europea y que se caracteriza por los vínculos personales a través de los cuáles se organiza la sociedad. En esta época predomina la empresa tradicional, con unas limitaciones jurídicas y organizativas fuertes.

b) La sociedad señorial, presente en la Europa de la Baja Edad Media y Epoca Moderna. Hereda la jerarquización feudal, pero han desaparecido las vinculaciones personales,

ha aumentado, por lo tanto, la libertad

y existe ya una organización estatal, con tendencia

al autoritarismo, aunque obliga a respetar

un sinnúmero de privilegios y de fueros.

En esta época la empresa capitalista empieza a

conformarse y va alcanzando su madurez, en

convivencia con otras formas jurídicas -estamentos,

grupos-, hasta llegar a su plenitud,

llegada que provoca un cambio social y

político que supone la entrada de la tercera

fase.

c) La sociedad capitalista. En teoría, en esta

sociedad se han roto los vínculos jurídicos estamentales

y todos los ciudadanos son iguales

ante la ley. El control de las libertades, que son

mucho más amplias que antes, supera el

anterior acuerdo Monarquía-estamentos para

inscribirse en un régimen democrático, que

tiende a ser cada vez más amplio, y que queda

sancionado por las leyes.

En estas etapas las empresas adquieren

formas diversas que se caracterizan también

por las peculiaridades del sector al que pertenecen.

En la agricultura, la sociedad feudal impone

unas condiciones jurídicas insoslayables. El

vasallaje personal, que garantiza una sociedad

rígidamente jerarquizada, lleva unida la

posesión de un feudo, que en su parte esencial

es indivisible y no enajenable. Los propietarios

feudales -nobles, o instituciones eclesiásticas-,

ven garantizadas sus rentas por los privilegios

jurídicos y fiscales que les amparan. La mano

de obra, sierva o semisierva, está adscrita a la

tierra y no puede trasladarse. El comercio se

desarrolla con lentitud y apenas penetra en las

estructuras agrarias.

La crisis demográfica de la primera mitad del

siglo XIV, que despobló Europa, fue la puntilla

definitiva a un régimen de prestaciones personales

que ya había entrado en decadencia.

Desde el siglo XV se esboza una sociedad

nueva. Lo más interesante es la presencia del

Estado (el Estado Moderno), con un monarca

que quiere alcanzar cada vez mayores ámbitos

de poder. Se mantienen los tres estamentos

medievales -nobleza, clero y estado llano-, con sus privilegios y jurisdicciones, pero han desaparecido

los lazos de vasallaje y la mayor parte

de las prestaciones personales.

En la agricultura, el régimen señorial mantiene

unas relaciones de producción muy similares

en la forma -aunque jurídicamente bastante

distintas-, a las del feudalismo. Una

buena parte de la propiedad está vinculada y

amortizada -no se puede enajenar- y existen

derechos de jurisdicción sobre los campesinos

en cuanto habitantes de un determinado

lugar. Pero ya no existe la servidumbre (que se

mantuvo en la Europa Oriental), tampoco

están sujetos a la tierra y es posible conseguir

contratos de arrendamiento a veces muy ventajosos

(enfiteusis). Salvo coyunturas desfavorables,

la renta de la tierra sigue siendo un

valor seguro para todos,

El desarrollo del comercio y la creciente

urbanización, así como el auge demográfico,

facilitaron la penetración en el campo del

capital mercantil y abrieron camino, así, a la

renovación agraria. Esta vino, en primer lugar,

por

...

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