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Acción cultural y concienciacion Paulo Freire.


Enviado por   •  14 de Enero de 2017  •  Resúmenes  •  1.281 Palabras (6 Páginas)  •  1.096 Visitas

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ACCION CULTURAL Y CONCIENCIACION

Comprensión critica del hombre en tanto ser que existe en y con el mundo. La concienciación al igual que la educación, es un proceso exclusivamente de humano. Como seres humanos conscientes, los hombres están no solo en el mundo sino con el mundo, junto con otros hombres. Sólo los hombres, en tanto seres abiertos, son capaces de llevar a cabo la compleja operación de transformar el mundo con su acción y simultáneamente captar y expresar la realidad del mundo en su lenguaje creativo.

Mientras que el ser que simplemente vive no es capaz de reflexionar acerca de sí mismo y de saberse viviendo en el mundo, el sujeto existente reflexiona acerca de su vida dentro del territorio mismo de la existencia y cuestiona su relación con el mundo.

La conciencia de y la relación de la realidad son  constituyentes inseparables del acto transformador mediante el cual los hombres se convierten en seres de relación.

El objetivismo mecánico debido a su negación de los hombres es tan incapaz de explicar a los hombres y al mundo. Como el idealismo solipsista, que niega el mundo.  Para el objetivismo mecánico, la conciencia es solo una copia de la realidad objetiva, la conciencia sería incapaz de transcender el condicionamiento de la realidad; en el segundo, en la medida que crea realidad en el segundo a priori de la realidad.

El conductismo mecanicista niega a los hombres, porque los concibe como maquinas. El conductismo lógico también niega a los hombres, puesto que afirma que la conciencia de los hombres es solo la abstracción. El proceso de concienciación no puede basarse en ninguna de estas explicaciones defectuosas de las relaciones hombre-mundo. La concienciación es viable solo porque la conciencia de los hombres, aunque condicionada, puede reconocer que lo está.

Para los hombres, en tantos seres de praxis, transformar el mundo es humanizarlo, aun cuando esto no implique todavía la humanización de los hombres.

El carácter reflexivo y finalista de las relaciones del hombre con el mundo no sería posibles si estas relaciones no se produjeran en  un contexto a la vez histórico y físico.

Existe la distinción entre las relaciones del hombre con el mundo y los contactos de los animales con el mismo: solo los hombres trabajan. Al final de cada proceso de trabajo, obtenemos un resultado que ya existía desde el principio en la imaginación del trabajador. La acción es trabajo no en función del mayor o menor esfuerzo físico empleado por el organismo que actúa, sino por la conciencia que posee el sujeto de su propio esfuerzo.

CONDICIONAMIENTO HISTORICO Y NIVELES DE CONCIENCIA.

Cultura del silencio.- Es una expresión superestructural que condiciona una forma especial de conciencia. Sobre determina la infraestructura en que se origina. Nace de la relación entre el tercer mundo y las metrópolis. No es el dominador quien constituye una cultura y la impone a los dominados. Esta cultura es el resultado de las relaciones estructurales entre los dominados y los dominadores.

Debemos evitar el objetivismo que lleva al mecanicismo y el idealismo que conduce al solipsismo.

Las relaciones entre el dominador y los dominados reflejan el contexto social más extenso, aun cuando sea formalmente personal.

La infraestructura de la sociedad dependiente es moldeada por la voluntad de la sociedad dominante. La sociedad dependiente es  una sociedad silenciosa. Su voz no es auténtica, sino el mero eco de la voz de la metrópolis: en cualquier nivel, la metrópolis habla, la sociedad dependiente escucha.

Las sociedades latinoamericanas se establecieron como sociedades cerradas desde la época de las conquistas españolas y portuguesas, cuando tomo forma la cultura del silencio.

Existe un modo de conciencia que corresponde a la realidad concreta de estas sociedades dependientes. Es una conciencia históricamente condicionada por las estructuras sociales. Es su casi adherencia a la realidad objetiva, o casi inmersión en la realidad. A este modo de conciencia lo denominaremos semiintransitivo.

  • La conciencia semiinstransitiva es típica de las estructuras cerradas. El hombre cuya conciencia existe en este nivel de casi inmersión carecen de lo que llamamos percepción estructural, que se reformula permanentemente a partir de la realidad concreta en la aprehensión de los hechos y situaciones problemáticas.
    Bajo el impacto de los cambios infraestructurales que produjeron las primeras rupturas, las sociedades latinoamericanas llegaron a su estado actual de transición histórica y cultural.
    Lo importante es que una vez que las rupturas comienzan a aparecer en la estructura y una vez que las sociedades entran en un periodo de transición empiezan a manifestarse los primeros movimientos de emergencia de las sumergidas y silenciosas masas.
    Esta transición histórica, vivida por todas las sociedades latinoamericanas en mayor o menor grado, corresponde a una nueva fase de la conciencia popular, aquella de la transitividad ingenua.
  • La conciencia ingenua transitiva. Capacidad de la conciencia popular se amplia de modo que los hombres comienzan a ser capaces de visualizar y distinguir lo que hasta entonces no se hallaba claramente delineado.
    La aparición de la conciencia popular implica, si no la superación de la cultura del silencio, cuando menos la presencia de las masas en el proceso histórico que presiona a la elite en el poder.
    La fase transicional también genera un nuevo estilo de vida política, ya que los viejos modelos políticos de la sociedad cerrada ya no son adecuados allí donde las masas constituyen una presencia histórica en ascenso.
  • Respuestas políticas a una nueva conciencia. Se convierte en un desafío para la conciencia de las elites en el poder. Las sociedades que se encuentran en esta fase histórica, la que no puede entenderse fuera de la comprensión crítica de la totalidad de la que forman parte, viven en un clima de prerrevolución cuya contradicción dialéctica es el golpe de estado.
    Cuanto más fuertes sin las bases ideológicas de un golpe de estado, mas imposible le resulta a una sociedad regresar al mismo estilo político que creo las condiciones del golpe.
  • Acción cultural y revolución cultural.
    El liderazgo revolucionario cae  en contradicciones internas que comprometen su propósito cuando trata de domesticar al pueblo mecánicamente para un futuro que el liderazgo conoce a priori, pero que cree que el pueblo es incapaz de conocer.
    La utopía revolucionaria tiende a ser dinámica más que estática, tiende más a la vida que a la muerte. Al futuro que como repetición del presente; al amor más como liberación de los sujetos que como posesividad patológica.
    El proyecto revolucionario lucha contra estructuras opresivas y deshumanizadoras. La revolución es un proceso crítico que no se puede llevar a cabo sin ciencia y reflexión.

Las dos formas de acción cultural son antagónicas entre sí, la acción cultural para la libertad se caracteriza por el dialogo, y su objetivo principal es concienciar al pueblo, la acción cultural para la dominación se opone al dialogo y sirve para domesticar a la gente.

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