LECTURA ACCION CULTURAL Y CONCIENCIACION.

LECTURA ACCION CULTURAL Y CONCIENCIACION.

El texto nos presenta algunas de las respuestas que nos proporciona Paulo Freile, sobre concienciación, factores que intervienen y en que consiste.

Mediante un análisis critico de nuestros saberes, podremos rescatar e innovar para poder desarrollar un proyecto para la concienciación, acción reflexiva y humanización.

Existencia en y con el mundo.

Parece necesario un análisis del concepto de “concienciación”.

El punto de partida de un análisis crítico debe ser una comprensión del hombre en tanto ser que existe en y con el mundo. Solo los hombres son capaces de transformar el mundo en su acción.

A diferencia de los hombres, los animales viven una vida sin tiempo. Los hombres pueden superar esta adherencia y transcender. Por lo tanto existir es un modo de vida propio del ser que es capaz de transformar, producir, decidir, crear y comunicarse.

El sujeto existente reflexiona acerca de su vida dentro del territorio de la existencia y cuestiona su relación con el mundo.

La “conciencia” y la “acción de” la realidad son constituyentes, del acto transformador mediante el cual los hombres se convierten en seres de relación. Los contactos de los animales son acríticos: no van más allá de la asociación de imágenes sensoriales a través de la experiencia. La conciencia es una reflexión sobre la realidad material.

Objetivismo mecánico: “copia” de la realidad objetiva. Solipsismo, el mundo se reduce a una creación de la conciencia. En primer caso, la conciencia seria incapaz de transcender el condicionamiento de la realidad; en el segundo, en la medida que se crea la realidad, constituye un a priori de la realidad. En cualquier caso el hombre no se compromete con la transformación de la realidad. Para el objetivismo la conciencia, la replica o la “copia” de la realidad, es el objeto de la realidad, y la realidad se transforma entonce en si misma. El enfoque solipsista es incompatible con el concepto de transformación de la realidad, dado que la transformación de una realidad imaginaria es absurdo. Por lo cual no puede existir praxis en ninguna de estas dos concepciones. La praxis solo es posible donde se mantiene la dialéctica objetiva-subjetiva.

El conductismo mecánico niega a los hombres porque los considera como maquinas. El conductismo lógico también niega a los hombres pues afirma que la conciencia de los hombres es solo una “abstracción”. La concienciación es viable solo porque la conciencia de los hombres puede reconocer lo que esta. Esta dimensión crítica de la conciencia da cuenta de las metas que los hombres asignan a sus actos de trasformación de la realidad. Solo los hombres son capaces de concebir el resultado de sus acciones aun antes de iniciar la acción.

Los animales se adaptan al mundo para sobrevivir, los hombres modifican el mundo para ser más. Para los hombres transformar el mundo es humanizarlo. El proceso de transformación del mundo puede conducir tanto a la humanización. Como a su deshumanización a su crecimiento o a su reducción. Para los hombres no existe un “aquí” relativo a un “allí” que no se relacione con un ahora, un antes y un después.

Existe otra distinción entre las relaciones del hombre con el mundo y de los contactos de los animales con el mismo: solo los hombres trabajan. La acción sin esta dimensión no es trabajo. Es trabajo por la conciencia que posee el sujeto de su propio esfuerzo, su posibilidad de programar la acción, de tener objetivos, de anticipar resultados.

Para que la acción sea trabajo debe producir resultados. A medida que los hombres actúan sobre el mundo su conciencia alcanza varios niveles en el contexto histórico-cultural.

CONOCIMIENTO HISTORICO Y NIVELES DE CONCIENCIA.

El concebir la realidad histórica-cultural como una superestructura en relación a una infraestructura.

Estudiaremos la configuración que hemos denominado cultura del silencio. Este modo de cultura es una expresión superestructura que condiciona una forma especial de conciencia. Esta cultura es el resultado de las relaciones estructurales entre los dominados y dominadores. La estructura social no es una abstracción; existe en la dialéctica entre la superestructura y la infraestructura. La infraestructura creada en las relaciones gracias a las cuales el trabajo del hombre transforma el mundo, da lugar a la superestructura. La sociedad dependiente es una sociedad silenciosa. Las sociedades latinoamericanas son sociedades cerradas caracterizadas por una estructura social rígida, jerárquica; por la falta de mercados internos, puesto que su economía es controlada desde el exterior; elevados porcentajes de analfabetismo y enfermedad, baja expectativas de vida, y altos índices de delincuencia.

Existe un modo de conciencia que corresponde a la realidad concreta de estas sociedades dependientes. No poseen suficiente distancia respecto de la realidad como para objetivarla y abordarla de modo critico. A este modo de conciencia lo denominaremos semiintransitivo.

LA CONCIENCIA SEMIINTRANSITIVA.

Es típica de las culturas cerradas. Esta conciencia no llega a percibir muchos de los desafíos de la realidad. Es una clase de obliteración impuesta por las clases objetivas. Los únicos datos que captan son los que encuentran dentro de la orbita de su experiencia vivida. Este modo de conciencia no puede objetivar los hechos y situaciones problemáticas de la vida cotidiana.

LA CONCIENCIA INGENUA TRANSITIVA.

A lo largo del proceso el cual emerge del silencio, la capacidad de la conciencia popular se amplia de modo que los hombres comienzan a ser capaces de visualizar lo que hasta entonces no se halla delineado. La diferencia entre conciencia semiintransitiva y conciencia ingenua transitiva se puede explicar atrabes del fenómeno de emergencia debido a transformaciones estructurales en la sociedad.

RESPUESTAS POLÍTICAS A UNA NUEVA CONCIENCIA.

En este punto la conciencia cada vez mas critica de estos grupos progresistas, se concierte en un desafío para las elites en el poder. En américa latina el golpe de estado se ha convertido en la respuesta de las elites de poder económico a las crisis de origen popular.

Las sociedades latinoamericanas en transición se ven enfrentadas a dos posibilidades contradictorias: revolución

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