Autoestima Versus Dignidad

Me cuestiono la idea de si la axiología realmente pueda ser la solución de todos los conflictos sociales que rodean tanto a mi colegio como a toda la sociedad. Aunque a muchas personas les fluyan las ideas acerca de la moral y la ética, no se ha logrado encontrar una respuesta acertada en la vía de la creación de valores que solidifican una autoestima que nos lleve a una vida tanto física como psicológicamente.

Y ¿qué es entonces eso que todos llamamos autoestima? Bueno, en el libro “¿Cómo desarrollar la autoestima en los adolescentes?” nos definen la autoestima como el conjunto de pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que se han recogido durante toda la vida. De esta manera podríamos asegurar que un autoestima baja afectaría campos de la vida muy importantes que se desarrollan a partir de la experiencia; justamente el tema que vamos a tratar.

Los adolescentes tienden a desvalorar o sobrevalorar su personalidad, acción que casa muchos altibajos emocionales. Las señoritas del colegio “La Merced” están atravesando un escabroso camino que las está llevando a tomar decisiones erróneas tales como el sexo a temprana edad, la pérdida de sus sueños e ideas y la usencia de una personalidad, factores que se ven excusados en que los padres no la han educado como debe ser.

El libro ya mencionado nos cita una característica básica de un adolescente falto de autoestima, 1“…será muy influenciable por los demás”, 2“le manipularán otras personalidades fuertes”, argumento que responde mi cuestión de cuando me encuentro con una jovencita anoréxica, drogadicta o que a sus anchas decidió mantener relaciones sexuales porque sí, aún sin tener una relación amorosa con el chico o al menos conocerlo. Se puede deducir entonces que si una jovencita decidió ser anoréxica ha sido porque se dejó influenciar por otras personalidades más fuertes que han logrado su objetivo de menospreciar las ideas que merodean una mente sensible de una pobre adolescente sin autoestima, dejando como resultado una decisión apresurada y errónea de un suicidio diario etiquetado con el nombre de “anorexia”, o en su defecto “bulimia”.

Encontramos también una ansiedad que genera presión bajo la mente cansada de la chica, empujándola nuevamente a tomar una decisión errónea y haciéndola vivir en un tormento diario del que sea casi imposible salir.

¿Cómo desarrollamos entonces la autoestima que nos hará crear una personalidad y del mismo modo nos hará ser alguien? Lo cierto es que si la autoestima desarrollada desde el nacimiento hasta después de la adolescencia no es lo suficientemente sólida, el niño seguramente se verá enfrentado a muchas situaciones negativas y difíciles que no serán fácilmente libradas, dejándonos en conclusión un adolescente que vivirá en constante conflicto consigo mismo y por ende, con todo lo que está a su alrededor.

3“En la “crisis de la identidad” de la adolescencia, el joven se cuestiona automáticamente, incluyendo la opinión de sí mismo que ha adquirido en el pasado”. Vemos entonces que la autoestima no se logra en un solo instante de la vida sino que se desarrolla en todo momento. Sabemos bien que una sonrisa, una mirada e incluso una palabra generan autoestima y del mismo modo, la falta de ellas va a repercutir en la problemática que afronta el joven. Concluimos entonces que si las damas mercedarias tuvieron una mala pasada cuando eran niñas, van a reaccionar negativamente a las situaciones vividas en la adolescencia y esto repercutirá en la esencia de su vida.

La guerra contra la imposición de nuevas tendencias que denigran la autoestima, no es una guerra que debamos batallar con armas y ríos de sangre, es una guerra que se debe ganar personalmente, es una guerra que se vive en el propio ser y que se lucha día a día, es también una

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