DEPRESION: La noche más oscura

DEPRESION: La noche más oscura.

 “Depresión” proviene de “prémere”: apretar, oprimir; y “deprimiere”: empujar hacia abajo. Es ése el afecto que sufre el deprimido. - Bertholet Roberto. (La depresión, 2012.)

¿La depresión es una incapacidad?.

Durante el transcurso de la lectura y los temas que expone en esta un sentimiento de familiaridad me albergaba, como si cada síntoma hubiera ya estado presente en mi memoria, lo cierto es que lo estaban, en el libro nos describe perfectamente la depresión desde varios puntos como lo son el biológico y el social, las causas, los efectos, pero sobre todo aquellos que la padecen y en cada relato, en cada ejemplo e información existe una palabra clave al tratarse de este trastorno que es la “incapacidad”.

Desde que este término de depresión entro en el diccionario médico y en la vida cotidiana la gente toma la depresión como un sinónimo de tristeza albergando la esperanza y la idea errónea de que “querer es poder”, ¿querer qué? ¿poder que?, sin duda estas son dos palabras que no entran ni tienen presencia en los síntomas de esta enfermedad, conforme vamos introduciéndonos en la lectura vamos viendo los factores diversos por los que se atraviesa en este trastorno, ¿la depresión debería ser vista ante los ojos de la sociedad como una incapacidad?, esa es la pregunta que me persigue en el lapso de este trabajo, entendamos incapacidad como la carencia de algo que no nos permite el cumplimiento de una función y remarquemos “carencia” y “cumplimiento” como palabras clave para esta pregunta.

“Están dominados por una sola idea a la cual regresan de manera inevitable y que parece consumir todas sus facultades.” Esto es lo que nos planteaba Pinel acerca de los pacientes con melancolía que es uno de los términos previos a la aparición del concepto de la depresión como tal, ilustrándonos con la idea de estos pacientes están encerrados en su propio malestar que los arraiga de tal manera que les es imposible por si mismos existir de acuerdo a los criterios imputados por la sociedad para un buen “cumplimiento” social.

A mediados del siglo XVIII se dejaron atrás varios conceptos como lo eran la melancolía, lipemanía, que se asemejaban y daban camino al término que empezaría a utilizarse como “depresión mental”, en el texto hace mención de que inclusive hoy en día se sigue utilizando la “depresión respiratoria” para referirse a la deficiencia profunda de movimientos ventilares, entonces si en este término se engloba como carácter principal una deficiencia, entiéndase esta como defecto o imperfección que tiene una cosa, especialmente por la carencia de algo, que referencia nos da ya acerca de la “depresión mental”.

Poniendo como claro ejemplo las referencias de kraepelin y freud donde mencionaban que aparte de los síntomas emocionales existían dificultades intelectuales que hacían que el paciente se sintiera incapaz de concentrarse porque sus pensamientos no avanzaban o estaban paralizados, esto en la vida cotidiana causa una detención de las actividades del individuo ya que este no es capaz de poder ejecutar tareas simples como lo es mantener una conversación, retener información de un libro, y como se mencionaba antes estos individuos mantienen un idea y regresan y se encierran en esta, ahora supongamos que la idea es la incapacidad ¿cómo la sociedad los va a obligar a ser “capaces”? sin primero tomar en cuenta sus pensamientos erróneos y buscar una manera de modificación a estos.

En la lectura se toca un punto muy importante que creo yo influye en la visión de si la depresión es una incapacidad o no, que es el hecho de que esta no es vista como una enfermedad ya que no cuenta con las características para serlo más sin embargo la gente desconoce la información de que es un trastorno y que el trastorno implica como bien lo dice un sufrimiento intenso y prolongado que no cede con los remedios cotidianos, y que afecta la vida diaria de quien la padece, al no contar con un síntoma objetivo que pueda ser percibido mediante los sentidos externos que mantienen contacto con el individuo que la padece, este en su contexto habitual toma una menor relevancia y existe el síntoma de incredibilidad alimentado por la desinformación en la cultura general, trayendo consigo una repercusión en el trastorno ya presente, porque como se comentaba el principio del libro, este trastorno viene desde un punto biológico como social.

El contexto social y biológico van de la mano en cuanto se trata de la palabra “herencia” la influencia genética es de un 40% en tanto hablamos de la depresión, pero si bien no se deben excluir que hay factores del ambiente social que impactan en la estructura como es lo social, el ambiente afectivo, económico y educativo que impactan en la aparición de este trastorno.

“Depresión” proviene de “prémere”: apretar, oprimir; y “deprimiere”: empujar hacia abajo. Es ése el afecto que sufre el deprimido. - Bertholet Roberto. (La depresión, 2012.)

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