Dilema Etico
gerdara2 de Octubre de 2013
918 Palabras (4 Páginas)775 Visitas
ENSAYO
En el siguiente ensayo pretendo argumentar acerca del caso de la bebe Charlotte Wyatt, del cual se genera el siguiente interrogante ¿se actuó correctamente?
Para iniciar como es bien sabido, el suicidio asistido se relaciona vagamente con la eutanasia, este se produce cuando alguien le da los medios necesarios a un paciente para que pueda terminar fácilmente con su propia vida cuando esta ya no puede ofrecer ni un mínimo de confort.
Partiendo de ello considero que en el caso de Charlotte se actuó correctamente, puesto que la niña estaba afectada por la imposibilidad de ingerir alimentos y líquidos, padeciendo severas deficiencias renales, con una inmadurez de desarrollo cerebral y daños profundos que le impedían realizar o producir respuestas o movimientos voluntarios, además de ver y oír, ya había sido reanimada hasta cinco veces con respiración artificial.
En particular en esta dramática situación, surgió un fuerte conflicto, por un lado la conciencia deontológica de los médicos, inclinados a no emprender más operaciones de reanimación en caso de crisis respiratoria aguda de la pequeña Charlotte, por otro lado, la decidida voluntad de sus padres que deseaban al contrario la continuación de toda intervención médica que pueda mantener con vida a su hijita el mayor tiempo posible.
Considero que aunque el argumento de que los padres de tener el derecho de decidir sobre la prolongación de la vida de la niña es válido, también es claro que la bebé también tendría derechos, incluido el derecho a morir en paz y a que no se le prolongue artificialmente la vida. Pues el no actuar, liberó a la niña de alargar la muerte en una senda agónica y torturada a la espera de un milagro que no llegaba.
Es por ello que a mi juicio, acertó plenamente el juez, pues La sentencia no fue resuelta sobre si niña debería vivir o morir, sino sobre cuándo debería morir; pues esta estableció una condicionalidad basada en las circunstancias específicas de esta paciente y el efectivo desacuerdo entre padres y médicos.
Quiero también resaltar que todos tenemos los mismos derechos que nadie está por encima de nadie y no es justo que una personita esté sufriendo postrada en una cama, que en ocasiones su agonía dura días, meses o hasta varios años.
Para asentar mi postura me apoyo en una de las versiones del deontologismo la cual es la teoría del derecho natural “si un individuo tiene el derecho de que no se le maltrate, entonces eso significa que los demás tenemos la obligación de no maltratarlo” ya que considero que prolongar artificialmente la vida de Charlotte, en sus condiciones clínicas extremadamente comprometidas y sin esperanza razonable de mejoría, hace parte de su interés y sin duda alguna va en contra de su derecho a tener una vida digna.
Obviamente, además de las discusiones de tipo ético y deontológico, la intervención judicial orientada a determinar de forma directa la praxis médica (en éste caso clínico) no ha dejado, ni dejara de suscitar debates y polémicas en la sociedad moralista en la que vivimos.
¿Qué quiero decir de todo ello? que en esta caso, la decisión del juez a favor de los médicos cumple un papel sin duda más significativo, pues en ese momento ellos están ante todo llamados a establecer, con la máxima competencia y profesionalidad, si el tratamiento que intentaban llevar a cabo es realmente viable, en la situación clínica de la bebe, es decir una intervención médica que carece de eficacia o cuyos beneficios son desproporcionados o ineficientes, respecto a los eventuales efectos positivos, es una intervención en línea de principio, es decir en mi concepto moralmente aceptable.
Otra posición seria si en cambio los médicos pretendieran abstenerse de suministrar
...