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Dilemas Eticos


Enviado por   •  17 de Octubre de 2013  •  11.459 Palabras (46 Páginas)  •  564 Visitas

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Dilemas en Ética y Moral. Tomado de VV.AA. Ética/ Sociedad, Cultura y Religión. Mileto Ediciones

Procedimiento de resolución:

• Leer el dilema

• Identificar en qué consiste el dilema y la toma de decisiones de índole moral

• Buscar información para fundamentar la postura personal (referenciar)

• Tomar una decisión aceptablemente moral

• Considerar las decisiones rivales y su carga de moralidad (aceptables o no aceptables)

• Firma electrónica del documento

1. La mayoría de nosotros tiende a ser poco rigorista en el cumplimiento de los preceptos morales, siendo frecuente la caída en una especie de laxitud moral que nos hace incumplir normas éticas en según qué ocasiones y circunstancias.

Básicamente, solemos saltarnos dichas normas cuando las consecuencias de determinada acción nos benefician especialmente. En esos momentos, tratamos de convencernos acerca de que apenas ha tenido importancia nuestra ‘inmoralidad’, algo así como si hubiéramos cometido un ‘pecadillo’ sin más importancia.

Sin embargo, en esas ocasiones no queremos darnos cuenta de que nuestros actos han perjudicado a otras personas, las cuales tal vez siempre se hayan comportado moralmente para con nosotros.

En esos instantes, muchas veces acudimos al socorrido "todos hacen lo mismo" o a "si yo no lo hubiera hecho, seguro que otro sí; con lo cual yo quedaría como un tonto y él como un listo". Esas pretendidas justificaciones sobre nuestra laxitud moral tal vez pueden calmar nuestra conciencia (generalmente olvidamos pronto esas transgresiones), pero lo que no posee ninguna duda es que resultan muy difíciles de justificar desde una racionalidad ética.

Por ejemplo, ¿serías capaz de mentir sobre tu cualificación profesional para conseguir un trabajo, aun cuando con esa mentira perjudiques a otros candidatos al puesto de trabajo? Si te encontraras en esa situación: ¿dirías la verdad u optarías por intentar alcanzar ese trabajo a toda costa? En este último caso, ¿cómo justificarías moralmente tu conducta?

2. Por regla general, ¿qué prefieres tú cuando te encuentras enfrentado/a a un dilema moral? ¿Tener un código de conducta que te diga exactamente qué hacer en cada situación concreta (tal es la intención de la casuística), o tomar la decisión únicamente desde tus criterios personales, aunque éstos no estén excesivamente fundamentados?

Dicho de otro modo, ¿prefieres que te digan lo que debes hacer en materia de moralidad (es decir, aceptas que existen personas más preparadas intelectualmente que tú, las cuales han reflexionado anteriormente sobre ese problema), o deseas tomar tú tus propias decisiones éticas aunque te equivoques en ellas? Es decir, ¿quieres ser autónomo en materia moral o prefieres hacer caso a las personas que saben y han reflexionado sobre cuestiones similares, aunque las circunstancias personales hagan de tu caso algo único e irrepetible?

3. Una de las tácticas habituales de los secuestradores (de personas, de aviones con pasajeros, etc.) consiste en plantear determinadas peticiones (dinero, liberación de presos, etc.) a cambio de soltar a los rehenes.

Los poderes públicos se ven abocados entonces a un dilema terrible: o ceden ante los secuestradores y consiguen así la liberación de los rehenes; o no lo hacen y se arriesgan a que mueran. Habitualmente, los poderes públicos no ceden, argumentando que si lo hicieran, esa claudicación daría pie a otros grupos o personas a utilizar la táctica del secuestro para conseguir sus objetivos.

En el caso de que tú tuvieras que tomar una decisión de este tipo, ¿qué harías? ¿Sería la misma tu decisión si entre los rehenes se encontraran familiares y personas muy queridas por ti?

4. Aunque casi todos tenemos claras cuáles son las normas éticas que deben guiar nuestras acciones, a veces su cumplimiento nos provoca profundos dilemas, sobre todo en aquellos casos donde cumplimiento del deber choca contra nuestros afectos o nuestras relaciones familiares. De ahí que los legisladores hayan introducido en muchas Constituciones (entre ellas la española) el derecho que nos asiste a no declarar en contra de un familiar, sin que por ello podemos ser considerados como cómplices o encubridores de algún delito cometido por él.

Ahora bien, nuestro derecho legal en ocasiones puede ser incompatible con nuestra moralidad, ya que algunas personas entienden que el deber moral debe de estar por encima de cualquier tipo de vinculación personal.

Imagínate que sabes que algún familiar tuyo ha cometido un delito grave que ha lesionado los derechos esenciales de alguna persona. ¿Lo denunciarías o te acogerías al derecho constitucional de no declarar en contra de él, aunque con ello se evite la reparación debida a las personas perjudicadas con la acción de dicho familiar?

Especifica qué harías en un caso como el anterior y por qué actuarías así.

Suponte que estás preparando unas oposiciones y te surge la oportunidad de utilizar un enchufe con uno de los miembros del tribunal. ¿Lo harías o no? En el caso de utilizarlo, ¿cómo justificarías moralmente tu decisión? ¿Argumentarías que eso es una costumbre porque muchas personas utilizan enchufes, y que, por lo tanto, ese hecho es algo natural? ¿O te arriesgarías a no aprobar y a seguir con tu conciencia tranquila por no haber perjudicado a los demás opositores? ¿Qué consideras más importante: tu bienestar económico personal o la satisfacción con respecto a tu conciencia moral?

5. Es frecuente que las leyes y las normas morales varíen de unas sociedades a otras. En muchas ocasiones esto es debido a que las sociedades poseen diferentes tradiciones históricas, religiosas y culturales.

Un problema que se plantea muchas veces es el que padecen personas que, por diversos motivos, tienen que trasladarse a vivir a un país donde las costumbres sociales y las normas morales que rigen en él son muy diferentes a las de su lugar de procedencia.

Así, muchos inmigrantes musulmanes que vienen a trabajar a España, tienen un conjunto de normas religiosas (de obligatorio cumplimiento para ellos) que chocan con las costumbres occidentales. Por ejemplo, la de rezar determinadas veces al día, siguiendo unos ritos determinados.

Imagínate que tú eres el dueño de una fábrica y tienes contratado a varios musulmanes. ¿Les permitirías parar de trabajar a determinadas horas con el fin

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