El Sentimiento De Janise

Janice era la mediana de una hermana casi cuatro años mayor que ella y un hermano tres años menor. Durante tres años había disfrutado en parte de la atención que corresponde a la menor, pero con el nacimiento de su hermano sintió que sus padres se desentendían de ella. El pequeño se convirtió en el favorito de los padres, y por otra parte ella no podía competir con las habilidades y capacidades de su hermana.

Durante su adolescencia pasó por un período de cóleras y rebeldías, pero no por eso se modificó su sensación de “no tener lugar y no ser nadie” en la familia. Creía, además, que sus padres no veían en ella “nada más que un problema”.

Cuando se fue a vivir sola, inició una serie de relaciones promiscuas con hombres. Empezó a beber demasiado y abusar de diversas drogas. La mayoría de los hombres con quienes trataba no la respetaban emocionalmente, y cuando conocía a alguno más considerado y afectuoso, comenzaba a sentirse incómoda con él y se negaba a confiar en él y a creer que él realmente lo apreciaba. Inició la terapia porque le preocupaba la posibilidad de llevar a práctica sus frecuentes fantasías de suicidio.

Janice necesitó bastante tiempo para tener valor de empezar a reconectarse menos superficialmente con los miembros de su familia. Empezó por sus hermanos, procurando indagar con ellos cómo consideraban la vida familiar y sus diversos papeles. Finalmente fue capaz de hablar con sus padres, no para preguntarles por qué no la habían querido, sino para saber algo más de la experiencia de ellos, como hijos en sus respectivas familias.

Vio que los problemas no eran solamente de ella, sino parte de una pauta o diseño multigeneracional. Y en la medida en que ella mantuvo un auténtico interés en las primeras experiencias familiares de sus padres, éstos empezaron, por propia iniciativa, a hablar de la forma en que habían visto en Janice el reflejo de sus propios hermanos. Las frustraciones que habían sentido en el trato con sus hermanos habían vuelto a aflorar en el trato con su hija. Ambos se sentían muy mal por la forma en que habían ido las cosas con ella, y no sabían cómo romper la pauta para arreglar la situación.

Finalmente Janice empezó a sentirse más próxima a sus padres y más parte de su familia. Todos los miembros de la familia valoraron el interés que ella mostraba por ellos y sus esfuerzos por aproximarse, ya que habían temido que ella los odiara.

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