Emociones En El Sistema Milderman

El método Milderman, entre varias cosas, promueve la conexión auténtica y completa con uno mismo; es allí que es natural que afloren emociones, incluso las llamadas “emociones negativas,” en algunos momentos de la actividad. Luego, se promueve sanar, comprender, integrar esas emociones para que el Ser humano pueda crecer con la elaboración de lo que aflora en lugar de rigidizarse y enfermarse por contenerlas consciente o inconscientemente. Finalmente, se espera trascenderlas, cuando se ha finalizado el proceso. Es decir, salir de la identificación de la emoción, habiendo comprendido su mensaje, reposicionándose en el centro de sí mismo; ya no dominado por una emoción. De esa manera, se amplían límites, visiones, patrones, posturas, etc.

Muchas veces, los procesos no logran cerrase en el mismo taller. Lo movilizado va procesándose en el transcurso del tiempo y la persona, en forma natural, hace su cierre, habiendo comprendido algo interno, sanado, aprendido y crecido. Por eso la actividad es transformadora, pues produce tomas de consciencia que estimulan cambios internos y externos en las acciones posteriores a esos procesos.

Otras veces, se necesita profundizar en siguientes talleres, terapias o prácticas vivenciales. Por eso, además de talleres introductorios o aplicados a grupos o temáticas, hay también grupos regulares del Método Milderman para todos aquellos que buscan profundizar desde la vivencia, y a su propio tiempo, los procesos de crecimiento integral consciente. Dichos grupos pueden aplicar sus descubrires y su entrenamiento en el arte, la educación, el autoconocimiento, la profesión, los vínculos, la espiritualidad y la salud.

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