La Busqueda Del Anillo

Érase una vez una cigüeña muy presumida que un día vio brillar un anillo desde el cielo. Su dueño, un conejo que iba a casarse ese día, entró a una madriguera dejando el anillo fuera, y la cigüeña aprovechó para probárselo rápidamente sin pedir permiso. Pero ya no pudo quitárselo y, y dijo

- Qué vergüenza, me van a atrapar. Algo tengo que inventar.

Y se fue con la idea de regresar el anillo

El conejo enojado dijo

- Tengo que encontrar mi anillo

Al enterarse la cigüeña dijo - Qué vergüenza, me van a agarrar. Algo tengo que inventar.

Y entonces se pinto las patas para que no le vieran el anillo pero la pintura se escurrioy volvió a decir

- Qué vergüenza, me van a atrapar. Algo tengo que inventar.

Y decidió vendarse las patas para que pensaran que tuvo un accidente, pero un buen dia se encontró al conejo y dijo

-que tienes?

Ella dijo –tuve un accidente

-no puede ser ven vamos al hospital

Entonces la cigüeña sabía que no tenía nada y desesperadamente penso

- Qué vergüenza, me van a atrapar. Algo tengo que inventar.

Y entonces se leocurrio ponerse plomo para que no pudieran encontrar el anillo , pero no se percato que nopudiera volary desde su nido cayo encima del conejo.

Allí acudieron ambulancias, médicos, policías y cientos de animales, preguntándose qué habría pasado para que la cigüeña cayera sobre el conejo.y todos al descubrir a la cigüeña con el anillo ella perdió a todos sus amigos del bosque

Mucho tiempo después el conejo decide visitarla y ella le pide perdón contándole la historia

- Nunca me habría imaginado que todo eso pudiera ocurrir solo por probarse un anillo sin permiso- dijo con buen humor el conejo.

- Es que no fue por eso - replicó avergonzada la cigüeña-, sino por lo que tuve que hacer para ocultarlo una y otra vez. Nunca te habrías enfadado tanto si me hubieras descubierto probándome el anillo y hubieras tenido que ayudarme a quitármelo.

Y viendo la valiosa lección que había aprendido la cigüeña, el conejo la perdonó públicamente para que pudiera recuperar a sus amigos y contar su historia, y así ayudar a todos a comprender que lo verdaderamente malo de las pequeñas mentiras son las grandes mentiras que hay que inventar para ocultarlas.

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