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Leonardo Da Vinci


Enviado por   •  22 de Abril de 2013  •  3.792 Palabras (16 Páginas)  •  323 Visitas

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I. Bibliografía

Leonardo di Ser Piero da Vinci nació el15 de abril de 1452 en una casa de Anchiano, a tres kilómetros del pueblo toscano de Vinci, siendo hijo natural e ilegítimo de Ser Piero da Vinci, un prominente notario florentino, y su sirvienta.

Al ser bautizado no se le permitió entrar en la iglesia, por no ser de la nobleza. Solo entró su padre y su abuela paterna. Al cumplir 5 años, parece que dejó el pueblo para vivir con su abuela, y posiblemente nunca más vio a su madre.

Fue criado en la casa de su abuelo paterno y Ser Piero arregló que la madre, una campesina llamada Caterina, se casara con un aldeano vecino, mientras que él se casó con otra mujer. Tiene una infancia grata y placentera y se comporta como un muchacho curioso y amante de la naturaleza.

Disfruta enormemente corriendo por las colinas y los huertos de su pueblo natal; es frecuente verlo inspeccionando insectos y plantas, así como también jugando con su tío Francisco.

A los dieciséis años la familia se traslada a Florencia, con su padre, en esta ciudad, a pesar de que muchos intelectuales interesados en las discusiones humanistas de su tiempo, lo tildan de “hombre sin letras”, lee con pasión a los clásicos de la literatura y de la ciencia antigua. El joven recibió la más exquisita educación que la ciudad, centro artístico e intelectual de Italia, podía ofrecer, además de tener acceso a valiosos textos de la biblioteca familiar y otros de amigos de su padre.

Desde el punto de vista de su formación artística, comienza trabajando bajo la tutoría del maestro florentino Andrea del Verrochio. el artista más importante de Florencia, escultor, pintor y orfebre. Su apasionada preocupación por la calidad y su interés en expresar la movilidad vital de la figura humana fueron elementos importantes en la formación artística de Leonardo, quien se inició en diversas actividades, desde la pintura de retablos y tablas, hasta la elaboración de grandes proyectos escultóricos en mármol y bronce.; en este período Leonardo ya se destaca por sus acabados bocetos y dibujos en general, luego, a los veinte años se inscribe en la Compañía de Pintores de Florencia.

En esta etapa de su formación, el joven también estudió la anatomía humana, participando en la disección de cadáveres de criminales en la facultad médica.

Después de su aprendizaje, Leonardo entró a formar parte del gremio de pintores de Florencia y aunque a los 20 años ya era maestro independiente, con un estilo propio y original, permaneció como asistente en el taller de Verocchio, interesándose mucho por descubrir nuevas técnicas para trabajar al óleo.

En busca de nuevos retos y de mejores ingresos, a los 30 años se trasladó a Milán, donde entró al servicio de Ludovico Sforza, Duque de Milán y embajador de Florencia, tras haberle escrito una carta en la que el artista se ofrecía como pintor, escultor y arquitecto, además de ingeniero, inventor e hidráulico. Afirmaba que podía construir puentes portátiles, que conocía las técnicas para realizar bombardeos, construir barcos y vehículos acorazados, cañones, catapultas y otras máquinas de guerra.

Estuvo durante 17 años en esa ciudad, trabajando en proyectos de todo tipo, tanto artísticos como científicos, en los que el deseo de experimentar era su principal objetivo. Estaba muy interesado en las leyes del movimiento y la propulsión, dedicando sus esfuerzos a la ingeniería militar, desarrollando métodos para disparar catapultas y desviar ríos, sirviendo al Duque como ingeniero en sus numerosas empresas militares y también como arquitecto.

Tras la invasión de Milán por las tropas francesas, Leonardo regresó a Florencia para trabajar como ingeniero militar. Por esos años realizó múltiples disecciones, mejorando y perfeccionando su conocimiento de la anatomía.

Viajó un año a Roma y entró al servicio de César Borgia, hijo del Papa Alejandro VI. En su calidad de arquitecto e ingeniero mayor de los Borgia, Leonardo supervisó las obras en las fortalezas de los territorios papales del centro de Italia

Vivió después tres años en Roma, bajo el mecenazgo de Giuliano de Médicis. Se alojaba en el Palacio del Belvedere en el Vaticano, residencia del Papa, ocupándose fundamentalmente de experimentos científicos y técnicos. La única prohibición que le impuso el Papa para sus estudios en anatomía y fisiología humana fue diseccionar cadáveres, lo que lo limitaba bastante. Aunque apartado de la bulliciosa vida social y artística del Vaticano, dominada por Rafael y sus seguidores, era reconocido y honrado por sus logros.

A la muerte de Giuliano de Medici, aceptó la invitación del Rey Francisco I de Francia para trasladarse a su corte de Fontainebleu, como "Primer Pintor, Ingeniero y Arquitecto del Reino”.

A partir de 1517 su salud, hasta entonces inquebrantable, comenzó a desmejorar. Su brazo derecho quedó paralizado; pero con su incansable mano izquierda Leonardo aún hizo bocetos de proyectos urbanísticos, de drenajes de ríos y hasta decorados para las fiestas palaciegas.

Pasó sus últimos años en el castillo de Cloux, donde murió el 2 de mayo de 1519, a los 67 años. Fue enterrado en la Iglesia de San Valentín en Amboise.

Personalidad:

Esbelto y bien constituido, de rostro acabadamente bello y fuerza física nada común; encantador en su trato, elocuente, alegre y afable. Gustaba de rodearse de cosas bellas, se adornaba con magníficos trajes y estimaba todo refinamiento de la vida.

Leonardo da Vinci fue un hombre de gran atractivo personal, amabilidad y generosidad, y fue, en general, bien querido por sus contemporáneos.

Leonardo Da Vinci era tan sensible con los sufrimientos de los animales que compraba pájaros enjaulados para ponerlos en libertad. A la vez, presenciaba las ejecuciones para estudiar mejor la anatomía humana.

Leonardo fue también uno de los primeros artistas conscientes del mérito de su obra; no se consideraba un sencillo artesano a las órdenes del que pagaba. Lo que primaba para Leonardo era la calidad de la obra, no los plazos. Sorprendía a los clientes con su poco afán por cumplir con los compromisos y se permitía incluso no terminar un cuadro si dejaba de interesarle.

Observamos en él, una extraordinaria profundidad y una gran riqueza de posibilidades, entre las que vacila la definitiva elección del artista, elevadísimas aspiraciones apenas realizables y una intensa coerción de la ejecución que no llega a resultar explicable por la fatal impotencia

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