Marco teorico

La juventud puede definirse externamente, como una moratoria socialmente aceptada para la responsabilidad de formar familia e integrarse a la fuerza de trabajo (Espinoza).

Algunos autores, han definido a los jóvenes como “aquellos que ya no pueden seguir siendo considerados niños, pero que todavía no son adultos”.

La depresión en los adolescentes, que está ocurriendo más tempranamente en la vida de los individuos que en décadas anteriores, es una enfermedad común, recurrente  y está asociada al bajo rendimiento escolar. A menudo las familias y los docentes no reconocen los trastornos depresivos en sus adolescentes porque los síntomas se ven como cambios de estado de ánimo normales típicos de la etapa del desarrollo de la adolescencia.

Reconocer la depresión en los adolescentes es más difícil que en los adultos porque los adolescentes expresan sus síntomas en forma diferente. Es más probable que un joven con depresión demuestre una disminución de interés en actividades que anteriormente le brindaban placer así como irritabilidad en lugar de disminución de energía, tristeza, y más sueño como típicamente se ve en adultos.

Los estudios de tratamientos emergentes indican que los adolescentes con depresión responden en forma diferente a como lo hacen los adultos. Los adolescentes deprimidos no muestran evidencia de hipercortisolemia (producción excesiva de cortisol) como frecuentemente se reporta en los adultos. Asimismo, la mayoría de los adolescentes deprimidos no responden a los antidepresivos tricíclicos (TCA). Debido a que hay diferencias en los mecanismos de acción de los inhibidores selectivos de la recaptura de los serotonina (ISRS) y los medicamentos antidepresivos tricíclicos.  

Referencias

Fuente: NARSAD Newsletter, Otoño 2001. Por Anne B. Brown

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