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Maud Mannoni


Enviado por   •  31 de Julio de 2013  •  6.131 Palabras (25 Páginas)  •  500 Visitas

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Maud Mannoni nace el 23 de octubre de 1923 en Courtrai, Bélgica. Hacia finales de la década del ’60 funda la Escuela Experimental de Bonneuil, se la considera una de las figuras más representativas de la Psicología y del Psicoanálisis en Francia. Fallece el 15 de marzo de 1998 de un paro cardiaco a los 74 años, en París.

Maud fue bien cuidada y criada durante 6 años por una pareja de cingaleses en la finca de sus padres, que por razones laborales se veían reducidos a verla durante 15 minutos por día, utilizando además la lengua inglesa para comunicarse. Es ésta misma lengua la que utilizan para educarla. Su infancia estuvo muy marcada por Aya, su nodriza cingalesa.

Por medio del juego descubre un mundo donde el tiempo parece detenerse; siempre delimitado por las ausencias y retornos al país, siendo Aya con sus acompañamientos quien asegura la permanencia. Juntas deambulan por un mundo exterior fascinante, invulnerables ante cualquier situación de peligro.

Su padre era cónsul general de los Países Bajos en Colombo y su madre lo acompañaba en todos sus viajes.

A raíz de una situación política fue bruscamente transferido a Holanda. Es por eso que Maud, acompañada por Aya, debía preceder a la llegada de sus padres a Europa y encontrarse con sus abuelos maternos en Courtrai. A último momento, Aya decide no ir a Europa y Maud advierte que se aproxima un abandono. Fue una situación completamente inesperada y aterradora. En ese desamparo se desorienta, ya no sabe quien es, a donde va ni lo que sucede. (Aquí dilucidamos la Primer ruptura)

Se embarca junto a su hermana, tres años menor, y “su” institutriz francesa, conservando únicamente recuerdos de terror, de aquel viaje.

Ya en París, es acogida por una tía materna. Conoce a sus abuelos maternos y la pareja de sirvientes que había criado a su madre también le fueron de gran ayuda. Comienza a encontrar en su abuelo una persona increíble, y poco después de conocerlo empieza a escaparse de su institutriz francesa para poder pasar tiempo con él.

Se convierte en la confidente de su abuelo, quien dirigía una fábrica de lino y se encontraba preocupado de lo que ocurriría cuando él muriera: le hablaba de su fin próximo, de una vida poblada de hijos (trece) y de muertes (siete).La muerte comenzó a ganar un gran espacio en la mente de Maud.

Gracias a su abuelo, pudo recuperar en tres meses la seguridad que había perdido con la partida a las Indias. Mientras aprendía francés iba perdiendo su lengua materna (el inglés y el hindú). La ayudaba a evitar todo lo vivenciado.

Los diferentes juegos que practicaba con su abuelo y sus tíos, la ayudaron a mantenerse entera. Asimismo, en su abuelo encuentra un guía que reabre la puerta del ideal, tomando esta forma para poder reconquistar la perfección narcisista de la infancia.

Sus padres vuelven con un nuevo rumbo: Ámsterdam, donde la inscriben en la escuela primaria. Son recibidos por una institutriz holandesa. Al cabo de tres meses, adquirió el francés y perdió el uso del inglés lo cual hace enfurecer a su padre ya que no pueden comunicarse entre ellos y es por eso que comienza a aprender holandés. Maud dice no lograr “habitar esa lengua”, “las palabras ya no tienen sentido”

El único apoyo que le queda es su abuelo materno, quien la recibe durante las vacaciones de invierno durante dos años. Al morir su abuelo, su familia se lo ocultó.

En Ámsterdam la soledad era total. Entre los 6 y los 11 años no tuvo ningún amigo ni ninguna compañía, salvo la fantasía de aquel abuelo a quien estimaba tanto.

La búsqueda del contacto con el otro se había diluido, los juegos habían desaparecido y había quedado atrapada en un pozo: la cotidianeidad que no la dejaba salir de la rutina para darle un lugar de intimidad con los demás. Sufría mucho por el rechazo de los compañeros, quienes no la aceptaban.

En ningún momento hubo presencia de su familia paterna, ya que su padre había roto relación con ellos desde hacía mucho tiempo.

Después de cuatro años, su madre la inscribe en un colegio laico donde los profesores belgas de habla francesa enseñaban con entusiasmo. (Aquí dilucidamos la Segunda Ruptura)

Teniendo pocas habilidades “sociales” (bailaba y jugaba mal al tenis) su madre cree que tiene pocas virtudes para el matrimonio, y respetando su pedido de dejar la monotonía de la ciudad, acepta enviarla a Bruselas.

Primeras Identificaciones:

• Aya, su nodriza hindú.

• Su abuelo materno

SUS ESTUDIOS

Elige una universidad, que es la única que se subleva contra los invasores. La aceptan gracias al hecho de estar en análisis en un servicio psiquiátrico para adultos del hospital de Brugmann de Bruselas, y más tarde, en un servicio psiquiátrico de niños en Amberes.

El contexto político de la época no la deja desplegar sus creencias acerca de que los pacientes hablan de otra manera cuando se encuentran fuera del hospital.

Consigue entrar en un sistema más flexible situado en un suburbio obrero de Amberes, el cual admite a adolescentes con debilidad mental y psicóticos a los que nadie quiere recibir. El marco de la guerra le permite libertad e iniciativa en el trabajo. Pasan jornadas afuera, en los terrenos baldíos y forman una campaña de teatro ambulante.

Después de un tiempo, los jóvenes tienen que ser trasladados hacia sitios de defensa social luego de que un bombardeo pone fin a la experiencia.

Al finalizar la guerra, realiza en la Universidad una formación como criminóloga.

Es nombrada analista, miembro de la Sociedad Belga de Psicoanálisis (1948).

El sostén de todos estos años de guerra fue el amor que sentía por un hombre, un Economista (que luego pasaría a ser ministro), quien descubre el análisis en París. Y es a él a quien le debe toda su orientación futura: el amor que siente por ese hombre la reconcilia con la posibilidad de la creatividad, la ayuda a salir de ese estancamiento en el cual se encontraba consumida desde que dejó las indias, ese adormecimiento en el cual no sentía nada.

La tercera experiencia que la marcó fueron sus dos primeros analizados: el primero, un sobreviviente de un campo de concentración, que logra concretar su suicidio. El segundo es un niño débil mental que

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