Neurotransmisores

Cuando hace apenas un siglo nadie se planteaba una pregunta como la que fuera que las sustancias químicas serian un parte de lo más fundamental en lo que sería el funcionamiento del cerebro y de los nervios que lo componen o incluso que todo esto tendría un gran impacto en influencia en los mismos, a principios del siglo XX muchos de los científicos se cuestionaban muchas cosas, en las cuales encontrábamos que una de ellas era que de qué manera una neurona tenía la capacidad de transmitir un mensaje a otra neurona por lo que sería un punto de unión o una sinapsis y también otra de las cuestiones realizadas era que como una neurona puede hacer que alguno de nuestros músculos se contraía, la cual me parece una cuestión bastante interesante. Anteriormente se creía que el impulso nervioso salvaba esa frontera como lo haría toda una corriente eléctrica, mediante el simple contacto que este podía producir. Alguno hipotetizaron que la existencia de un microscopio hueco en lo que fuese una unión no tenían inconveniente en admitir que una especie de diminuta chispa eléctrica podría haberle salvado.

Pero algunos de los todos estos datos no encajaban del todo, puesto que no encajaban con la explicación eléctrica que se había dado, debido sobre todo a las observaciones de Sherrington. Si la transmisión era meramente eléctrica se volvió a presentar otra cuestión la cual fue que como era que la conducción nerviosa sufría una demora considerable en cada una de las sinapsis presentadas, y por otra de las partes era que como era posible que las sinapsis presentadas actuaran como válvulas, permitiendo de esta forma el tránsito de un solo sentido. A lo largo de las primeras décadas de este siglo, una nueva idea se va abriendo camino con dificultad, quizá los nervios segregan ciertos compuestos químicos que son los que logran tomar la decisión de transmitir los impulsos entre una neurona y otra neurona.

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